Los gimnasios recuperan poco a poco el pulso tras un verano flojo, pero mejor de lo esperado

b. casal SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Las rutinas de desinfección de instalaciones están suponiendo un coste muy elevado para los centros
Las rutinas de desinfección de instalaciones están suponiendo un coste muy elevado para los centros Sandra Alonso

Algunas familias no están enviando a sus hijos a los centros deportivos por miedo a que contraigan el virus y lo transmitan

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Arranca el curso escolar y con él la vuelta a los gimnasios. Los centros deportivos comienzan a recuperar el pulso poco a poco tras un verano marcado por el miedo al contagio y las restricciones, aunque la actividad sigue estando en niveles muy inferiores en relación al año pasado. Tradicionalmente, septiembre es el mes en el que recuperan la clientela que deja de entrenar durante julio y agosto, pero la situación sanitaria aún pesa sobre muchos habituales que todavía no han renovado sus abonos.

Las clases dirigidas del Multiusos se retomaron justo hace una semana con bastante éxito, dadas las circunstancias. Según cuenta su gerente, Antón Antelo, «a medida que foron pasando os días, notamos que a xente se ía animando máis a vir». El descenso de abonados ha sido del 25 %, cuando en los meses de verano solo era del 18. «A xente que acode ao ximnasio, faino segura, e iso para nós é fundamental», apunta el máximo responsable del Multiusos, que fue el primer gimnasio de España en conseguir la distinción de seguridad de Aenor.

En otros centros, como el Club Camn de Santa Marta, la situación es semejante: durante estos días la gente se está empezando a interesar en volver, aunque la afluencia no tiene nada que ver con lo que suele ser septiembre. No obstante, Cris Amo, trabajadora del club, destaca el lado positivo del verano, que para ellos fue mejor de lo previsto. «Estos meses fueron atípicos para todo. Hubo una bajada, pero no tan grande como esperábamos. Buena parte de nuestros socios optaron por no viajar durante sus vacaciones y siguieron yendo a entrenar», explica, al tiempo que apunta que las personas que se quieren inscribir lo hacen con muchas dudas. «Las madres se lo piensan más, sobre todo mientras no saben cómo va a ir todo en el colegio. Se interesan, pero dicen que ya anotarán a sus hijos», cuenta. En este club existe la posibilidad de pedir una excedencia, que tradicionalmente se coge en verano, sobre todo en el caso de los más jóvenes, para no tener que pagar durante un par de meses. Ahora mismo muchos estudiantes la están pidiendo debido al miedo de sus familias, que quieren minimizar el riesgo de que sus hijos se contagien y se lleven el virus a sus casas.

Otro de los factores que juegan en contra de la vuelta a los entrenamientos, además del miedo al contagio, son las nuevas formas de practicar deporte: el uso de mascarilla desanima a muchos clientes. Tal es así que el Multiusos comercializará próximamente un modelo especial que permite respirar mejor. Los problemas con la mascarilla han obligado a muchos centros a reconfigurar sus sesiones. En el gimnasio Bemequer, según cuenta su responsable, Paula Correia, «su uso ha llevado a la adaptación técnica de las clases. Hemos tenido que rebajar la densidad y la intensidad de las sesiones porque no podemos trabajar a frecuencias cardíacas tan elevadas como antes», explica Correia, que destaca la buena voluntad de sus clientas a la hora de adaptarse.

Las aplicaciones para el control de aforos conviven con mascarillas, geles y limpieza

Garantizar la seguridad de los abonados resulta crucial para que estos vuelvan con normalidad a la rutina deportiva. El uso de mascarillas (obligatorio en todos los centros), los geles para desinfectar las manos y la limpieza de las instalaciones son las tres grandes patas sobre las que los gimnasios sostienen sus protocolos de prevención.

En el Multiusos hay un total de 37 puntos de desinfección con geles, papel y una papelera de pedal. Además, todos los que acudan al complejo tienen que hacerlo mediante la reserva de plaza, lo que resulta imprescindible para controlar los aforos, que en el Fontes do Sar es de un máximo de diez personas por grupo incluyendo el monitor. El proceso de reserva se puede hacer en la recepción, aunque también se puede realizar mediante su página web. El uso de herramientas tecnológicas para reservar y controlar el número de personas que hay en el centro en todo momento se está adoptando cada vez en más centros.

En el Club Camn están utilizando una aplicación móvil que permite la reserva, con un máximo de 48 horas de antelación, de dos horas y media de ejercicio en el gimnasio (un tiempo que se podría ampliar solicitándolo en recepción), lo cual asegura que nunca se supera el aforo del 50 % con el que trabajan. Esta herramienta ha supuesto un gran desembolso económico para el club, como también lo es el gasto en desinfección de salas, que el centro realiza a conciencia: un equipo hace una limpieza más profunda de 4 de la mañana a 7, luego hay otras personas que hacen un repaso a las 14 y otros, ya para acabar, a las 19 horas.