A esta parrillada los padres van por la carne, y los niños, por las gallinas

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

As Brasas ofrece en O Milladoiro un entorno seguro y divertido a los pequeños que permite a los mayores disfrutar de la comida sin sobresaltos

09 sep 2020 . Actualizado a las 21:57 h.

Los que tienen niños, y también los que no los tienen, agradecerían que en los restaurantes se dispusiera de un espacio para que los pequeños se entretengan mientras esperan por la comida, y sobre todo, para disfrutar de una sobremesa sin los agobios de los pequeños revoloteando alrededor de la mesa propia y de la ajena. Pues este servicio, por necesario que parezca, se presenta como lujo en la hostelería de Santiago y de la comarca. Pocos son los locales en los que se resta espacio a los salones y terrazas para que los niños tengan donde jugar antes y después de comer, mientras los padres alargan la velada. Entre los que apuestan por este modelo de hostelería está la parrillada As Brasas, en O Milladoiro. Oliveiro Pereiro y Cristina Freiría abrieron en el 2010 su local en el bajo de una casa unifamiliar, que acondicionaron para ser restaurante, y «poco a poco fuimos preparando la finca , donde tenemos espacio de sobra para terraza. Hace dos años pusimos el parque infantil, y el corral de las gallinas llama mucho la atención». En O Milladoiro hay muchas familias con niños, pero «casi no hay donde tomar algo sin estar pendiente de que el niño se vaya a la carretera», comenta Cristina. Cuando pusieron en marcha As Brasas, la pareja tenía dos niños «que se pasaban horas metidos en la pizzería que teníamos en O Milladoiro, y siempre pensaba en lo bueno que sería que pudieran tener donde jugar». Su deseo se hizo realidad. «No imaginas el alivio que supuso, que los niños pudieran jugar tranquilos en la finca mientras trabajábamos». Al parque infantil, situado en la zona más alejada del portalón de entrada y de la carretera, «se van disparados los niños nada más bajar del coche». Además, un pista de juego para balón, una canasta y las gallinas completan el parque de atracciones de As Brasas. «Hace un tiempo teníamos dos cerdos. Unos de Madrid quedaron alucinados, nunca habían visto un cerdo en directo». En los planes de Cristina y Oliveiro está ampliar la población del corral con patos, porque «si los chavales están entretenidos, los padres están tranquilos y alargan la sobremesa». En la finca, como no podía ser de otra forma, no falta la huerta, donde se cultivan pimientos, tomates, judías y otras hortalizas que no pasan desapercibidas. «A Oliveiro le encanta coger una lechuga en la huerta, y decirle al cliente: esta para vosotros». As Brasas está sorteando la crisis del covid, porque la «gente pide aire libre, y aquí hay todo el que quieras».

Olimpiada de Biología

El covid marcó la Olimpiada Española de Biología, que tuvo que realizarse en la modalidad online desde las facultades de Biología de las ciudades de los alumnos participantes de cada Comunidad. Los estudiantes gallegos hicieron sus exámenes en la Facultade de Bioloxía de la USC, y el alumno lucense Isaac Pazos Pérez, del IES Lucus Augusti, logró la medalla de Bronce. En la Olimpiada participó también Mario Bello Vilariño, del IES Telleiras, de Narón. Este año, la Olimpiada representó un mayor esfuerzo por parte de alumnos y profesores, ya que gran parte de la recta final del curso no fue presencial, y todos los preparativos fueron mediante clases virtuales.

PACO RODRÍGUEZ

Concierto y exposición

El pianista Abe Rábade no solo es protagonista estos días sobre el escenario con su participación en el Eivissa Jazz Festival. Desde ayer hasta final de mes, dos piezas audiovisuales creadas por él forman parte de la exposición Colectiva Intimidade, que de manera simultánea se desarrollará en Os Catro Gatos (Santiago) y en Faro Vilán (Camariñas). El día 9 volverá a tener concierto, esta vez, en Portugal.