Los antiguos almacenes El Pilar los unió en su primer empleo, hace 50 años, y hoy divisan juntos la jubilación

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

Jesús y José Antonio cierran en otoño decoraciones Josuán, el negocio que montaron en Meixonfrío

29 ago 2020 . Actualizado a las 12:29 h.

Ellos se conocieron en un antiguo icono comercial de la ciudad, en los almacenes El Pilar. Eran, hace 50 años, lo más parecido en Santiago a una gran superficie y allí se conocieron Jesús Martínez y José Antonio González, en su primer empleo. Uno trabajaba como vendedor en la sección de hogar y el otro en la de decoración y cortinaje. Por eso, cuando en 1998 cerró el negocio del Preguntoiro que dispensó tantas bolsas blancas con el logo sobre un círculo fucsia donde ahora está el Auditorio Abanca, ambos se convirtieron en socios y ese mismo año montaron un negocio propio, especializado en el sector que dominaban, decoraciones Josuán. Han pasado más de dos décadas desde entonces y ahora Suso y José divisan juntos la jubilación tras toda una vida de cara al público, vistiendo los hogares con cortinas. Cuenta el segundo de ellos que ya han pasado tres generaciones y ahora son las nietas las que van a comprar a su tienda, en Meixonfrío. Explica que, al vivir en La Gracia, «solía pasar por aquí a diario y vi que se alquilaba el bajo, que además estaba preparado para empezar la actividad, y se lo comenté a Suso». Arrancaron en el número 9 de la rúa do Tambre, aunque luego se trasladarían al local de al lado (en el 7) para tener más espacio. Las perspectivas que tenían ellos cuando decidieron emprender eran mucho mejores de las que puede haber ahora y los dos entienden que hoy sus hijos, con sus carreras y vidas dirigidas hacia otra parte, no quieran quedarse al frente de este pequeño comercio. «Hasta el 2007 podemos decir que nos fue bien, pero con la crisis esto fue a peor», comenta Suso, quien se jubilará en otoño, agradecido por la confianza que durante tantos años depositó el público en ellos. En los últimos 49 años, confiesa, «tuve pocas vacaciones y nada de descanso», por lo que él tiene claro en que invertirá dentro de un par de meses el tiempo libre: «A pasear, que es algo que hasta ahora no pude hacer». Aunque a su compañero le faltan nueve meses, Josuán cerrará sus puertas definitivamente el 6 de octubre. De hecho, esta misma semana empezaba la liquidación.

Aprendiendo a aprender

Área Central cuenta con un nuevo negocio, Tratalenca, un lugar donde enseñan estrategias y técnicas de estudio y aprendizaje. «A aprender y a estudiar también se aprende. Y nadie nos enseña cómo hay que hacer para recordar las cosas y retenerlas en el tiempo», explica la persona que está detrás de esta empresa. Se trata de Esther Sobral, quien además de haber sido la directora del Conservatorio Histórico de Santiago durante 13 años tiene, entre otros títulos, el de experta universitaria en estrategias y técnicas de aprendizaje y estudio. Explica que este proyecto empezó hace años de una forma muy informal, «siendo una reunión de amigos en la que trabajaba con la familia distintos métodos», pero ahora inaugura su primera sede física. Las actividades van dirigidas a todas las edades, a partir de los tres meses y hasta para las personas más mayores, ya que «a partir de los 50 años también se puede trabajar cuestiones como la atención, la retención o la coordinación». En cuanto a los estudiantes, dice, «hay fórmulas, que son fáciles, y además divertidas, que nos permiten recordar lo aprendido a largo plazo y optimizar nuestro tiempo para poder disfrutar de una cosa indispensable como es el tiempo libre de descanso». La primera actividad, abierta ya a inscripciones, va dirigida a niños de entre 5 y 10 años, divididos por edades en dos grupos pequeños y con límite de plazas. En ella se estimulará la atención personal y la coordinación, abordando también el respeto al trabajo de todos. «Esta situación nos ha obligado a cambiar el chip y a repensar cómo enseñar, manteniendo muchísimas precauciones en cuanto a la higiene y el contacto. Por eso una sesión que exigiría movimiento y roce, se ha sustituido por una sentados, trabajando con las manos y los pies, para garantizar que se mantiene la distancia», indica Esther. Señala que las clases arrancarán en septiembre y ofrecerá la tanto clases grupales como individuales, siempre desde una perspectiva multidisciplinar, por lo que se servirá como pianista de la música pero también de la lectura, del teatro y de otras artes y medios para «enseñar y perfilar el talento especial que tiene cada uno». 

Agradecimiento artístico

En este tiempo en el que los buenos profesionales se han convertido en héroes, muchos padres sienten la necesidad de agradecer a los profesores y equipos docentes el esfuerzo realizado. Pero el artista Fernando Yáñez ha ido un paso más allá. Él ha llevado a cabo una intervención artística en CEIP de Pedrouzos (Brión), el colegio de su hijo Hugo, pintando en la fachada un pequeño homenaje a Piet Mondrian. «Era algo que tenía pendiente desde antes del confinamiento, sobre todo en agradecimiento a la gente del cole por toda su ayuda e implicación, y que ahora también cobra más sentido, para intentar que los niños, en su regreso a las aulas, vean un espacio nuevo e ilusionante, en este nuevo empezar», destaca el artista.