Esta pareja se enamoró de un local vacío de la Rúa do Vilar y abrirá allí su segunda tienda

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

En la librería Encontros, cerrada en el 2016, se instala ahora Espadela para seguir creciendo

29 jul 2020 . Actualizado a las 09:30 h.

«No todo es cerrar... algunos es abrir». Este es el mensaje compartido en redes sociales junto a la imagen de una vieja librería del casco histórico santiagués, Encontros, en pleno proceso de instalación de sus nuevos inquilinos. Ellos son María Outeiro y César Lago. Esta pareja de socios dirige otro negocio a solo unos metros de allí, Espadela, y a partir del sábado inaugurarán su segunda tienda en el establecimiento en el que vendía libros, guías y artículos de papelería José Segade hasta el 2016. En los últimos años, el local estuvo vacío. «Pasabamos por aquí diante, mirabamos para el cando tomabamos un café no Suso e nunca reparamos nel. É certo que tiñamos ganas de ofrecer cousas novas, pero o local no que estabamos quedábasenos pequeno e non daba moito máis xogo. Un día César quixo velo e acabamos namorados. Foi un frechazo», relata María, al tiempo que reconoce que su perdición es intentar conservar los locales antiguos. «Aínda que soe pedante, dóenos velos esmorecer, baleiros». Dice que se encontraron con un espacio huero, sin rastro de las librerías que hubo antes, y se embarcaron en una expedición, «case arqueolóxica, para descubrir a pedra oculta tralo cemento e a preciosa madeira de castaño que había detrás do contrachapado. Pode que a moitos non lles guste o que fixemos, porque ten marcas de obras, pero buscabamos rescatar a historia do lugar». Dudan si conservar el nombre inscrito sobre la puerta. «Somos uns sentimentais e gústanos moitísimo o significado da palabra encontros. Representa esa mestura de culturas de Espadela e esperamos que dea lugar no futuro a encontros literarios e culturais, aberta sempre á cidadanía», añade la empresaria.

Así, en el número 68 abrirán un nuevo escaparate al mundo de la lusofonía, con productos y moda de Galicia, pero sobre todo de su conexión con Portugal, Brasil, Cabo Verde e incluso India o África. En el nuevo local habrá también cedés de fado, tés de las Azores y de la Companhia Portugueza do Chá, además de libros en gallego-portugués. «A idea é manter as dúas tendas abertas, se a pandemia o permite», se sincera María, quien explica que la crisis llegó «co 80 % da inversión feita no local e na mercancía e xa non había volta atrás».

«Lesbiano» en La Radio

El batería de Love of Lesbian, Uri Bonet, «de oficio lesbiano», dice su perfil de Instagram, estuvo este fin de semana en Santiago. Él no publicó, como sí hizo Fernando Torres el lunes, la típica foto en el Obradoiro, pero sí hay testimonio documental de su paso por una catedral gastronómica, La Radio de Pepe Solla.

«Es un buen amigo y estuvo unos días por las Rías Baixas, pasó por Casa Solla, y el sábado, de camino al aeropuerto de A Coruña para volver, le dije que parasen en La Radio a comer», señala el chef. Cuenta que el batería «es muy cocinillas», vino acompañado de su mujer, y probaron un nuevo plato, la carrillera de cerdo ibérico con curri rojo.

Él fue el encargado de estrenar con su dedicatoria la columna del restaurante santiagués que hará de libro de firmas para los músicos. De hecho, Solla ya lanzó el guante a Iván Ferreiro y León Benavente para que se unan a esta pared de la música en su próxima visita.

Entre insectos

Los jóvenes que participan este verano en el campamento Amabul están de lo más productivos y ya han creado su tercera aula en el entorno de la Casa das Artes de San Fins, en Vedra, como antesala a la futura escuela al aire libre. Los menores, 20 en el grupo infantil y 16 en el juvenil, han contribuido a crear un bosque musical, otro literario y el lunes creaban un bosque para los polinizadores de la zona. Siguiendo las instrucciones de las educadoras sociales (Paula Castillejo y Paula Miranda), construyeron dos estructuras que servirán de hotel para los insectos del entorno, cuenta Rubén Villasenín, presidente de la asociación medioambiental, tras una actividad didáctica que consistía en recoger e identificar a los insectos.