De la alerta de Bugallo por el voto «utilitario» a la autocrítica de Compostela Aberta

R. M. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El PP y el BNG ven en los resultados un buen soporte para sus proyectos locales

14 jul 2020 . Actualizado a las 14:15 h.

Santiago ha sido siempre una plaza donde las urnas han marcado grandes diferencias según se las convoque para decidir a nivel estatal, autonómico o local. Pero no tanto como lo hicieron el pasado domingo. Hasta el punto de que una extrapolación a la arena municipal relegaría al gobierno de Sánchez Bugallo a la tercera posición en la corporación solo un año después de recuperar la alcaldía. Y, aunque en el caso de Compostela Aberta la comparativa no puede ser tan directa, los resultados del 12J no dejarían tampoco en buen lugar a la que ahora es la tercera fuerza política en Raxoi y gobernante hace poco más de un año.

Bugallo lo tiene claro. Ese trasvase del voto en función de la convocatoria es habitual en Compostela, pero nunca lo había percibido con la intensidad de este domingo, en el que unas 18.000 personas, dice, cambiaron de papeleta (unas 300.000 en Galicia, calcula). Si hasta ahora esa circunstancia se daba entre un 10 y un 15 % del electorado, en esta ocasión lo cifra en el 30 %. Es lo que él llama el «voto utilitario», un voto que en función de la convocatoria, de las propuestas, de los candidatos y de las circunstancias «axustan e concretan o seu voto» hacia unas siglas u otras.

El regidor ve en ese voto un «síntoma de madurez política» del que se debe aprender, porque esto «probablemente vaia crecendo», auguraba ayer, mientras evitaba cualquier valoración interna sobre un veredicto que dejó al PSdeG como tercera fuerza en O Hórreo. «Como militante de base, non é a mellor noticia», zanjó.

La formación que pilota Martiño Noriega, aspirante con Galicia en Común, sí asume que toca hacer autocrítica. Tanto por la desaparición de las mareas del Parlamento como por los resultados locales. «Son moi negativos para CA, porque a coalición que apoiou tivo moi malos resultados no conxunto de Galicia e tamén en Santiago», sostienen desde la formación rupturista, que insiste en que también «son moi negativos para o país, porque nos deixan con catro anos de desgoberno de Feijoo e do PP». Desde Compostela Aberta afirman que, además de hacer autocrítica, «agora toca mirar ao futuro e seguir traballando para construir un cambio que é necesario e posible». Y prevén asamblea para esta semana.

Satisfacción compartida

La satisfacción se instaló en esta ocasión en las filas del PP y del BNG. En el primero, por el reconocimiento a un presidente «que traballou con enorme sentido da responsabilidade e da moderación». «Estamos satisfeitos porque os resultados son bos en clave de país, pero tamén en clave de proxecto político, e de proxecto político local ofrecen tamén unha referencia moi estimable», afirma el portavoz municipal, Alejandro Sánchez-Brunete, que observa que los resultados en Santiago indican que hay «un voto potencial do 50 % que está a disposición dun proxecto político moderado alternativo ao das esquerdas». Brunete ve la continuidad de Feijoo «boa» para la ciudad y no descarta que estos resultados puedan producir determinados movimientos en el pleno de la corporación, dice en alusión a CA, desde el «respecto máximo hacia Compostela Aberta ou a coalición da que formaba parte».

Aunque en Santiago la primera plaza de la jornada electoral se la llevó el PP, el BNG se hizo con 9.000 votos más que en las anteriores gallegas (logró 14.158). «Unha subida espectacular», para Goretti Sanmartín, «impresionante» si se piensa que «duplicou» en votos al partido que hace solo un año accedía al gobierno de Raxoi. «Somos a única formación que sobe en votos», precisa su portavoz ante un resultado que «reforza» la posición del BNG a nivel municipal. Y ese «desde logo, é un aliciente grande», pero también «unha responsabilidade», la de hacer que ese electorado «se ilusione co proxecto» de una formación «sólida e asentada, á alza e con propostas e alternativas para este país, pero tamén a nivel local».