«El baile es un ejercicio físico divertido y que permite socializar»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El Colectivo de Baile Danzón retoma las actividades interrumpidas por el coronavirus

11 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El baile se convirtió durante las peores semanas del confinamiento en una herramienta para superar las largas horas de encierro. A través de vídeos muchos fueron los bailarines que acompañaron a las personas confinadas. Con la nueva normalidad, los compostelanos tendrán la oportunidad de volver a bailar en grupo, pero «con todas las garantías sanitarias», apunta Andrés Barros de la Asociación Colectivo de Baile Danzón. El grupo cumple 25 años, y precisamente la pandemia les hizo suspender toda la programación especial que tenían preparada para celebrar las bodas de plata de la asociación. Ahora, en pleno verano, el colectivo vuelve a la actividad, y lo hace con la seguridad de que el baile es una actividad «apetecible, y que podemos hacer porque las aulas están preparadas con todas las medidas de seguridad». El primer curso que ofrece es de tango. Este verano en el que parece que las vacaciones serán de otra forma el baile puede ser una manera de ocupar el tiempo libre. En las aulas de Danzón será más fácil, asegura, «cumplir con las distancias de seguridad, porque hay espacio suficiente para bailar en solitario. Son aulas amplias. Eso es algo que no se puede conseguir en los bares, donde se han popularizado las clases de baile». El estilo musical con más seguidores en Santiago son, según comenta Andrés, los ritmos latinos. «Ya fueron siempre los que más gustaban. Cuando, hace unos años, se ofrecían clases de bailes de salón por todos los lados, los ritmos latinos eran los más queridos», resalta. Andrés Barros es profesor de swing, otra de las disciplinas con más adeptos en Compostela y que viene enseñando desde hace 20 años, cuando aún no se había popularizado tanto como en los últimos cuatro o cinco. Defiende que la gran ventaja del baile frente a otra disciplina es que «es un ejercicio divertido, que puede practicar cualquier persona, y además permite socializar». Andrés prefiere las clases en aulas, porque «algunos se quejan de que en un bar o en un pub la gente empieza con las clases de baile y, cuando ligan, desaparecen. El baile tiene una función de socialización, y está bien lo de ligar, pero en los cursos en centros hay más seriedad», destaca. Y los profesionales ofrecen más garantías. Andrés anima a todos a «probar porque el baile engancha», y asegura que, contrariamente a la creencia general, «solo hay que adaptar las clases a las personas. A algunas les cuesta más y otras menos, pero todos pueden aprender a bailar y hacerlo bien». Pero sobre todo pueden divertirse, que, al final, es lo realmente importante.

XAIME CORTIZO

A la Casa de la Troya

En la Casa de la Troya se están ultimando los detalles para volver a abrir sus puertas, como cada verano, lo que sucederá finalmente el próximo viernes. La previsión es mantener la actividad hasta finales de septiembre, aunque todo dependerá de la evolución del covid. Los miembros del Padroado de la casa se reunieron para analizar los pasos que aún deberán darse para constituir la Fundación Museo Casa de la Troya, que esperar poder materializar en el segundo semestre del año. A la reunión asistieron Antonio López, rector de la USC; Mercedes Rosón, concejala de Acción Cultural, Anxo Lorenzo, director xeral de Política Lingüística; Benigno Amor, presidente de la Asociación de Antiguos Tunos de Santiago; Mariano Sierra, secretario de la asociación; Alejandro Otero, tesorero; y Benita Silva y Juan Carlos Díaz, vocales de la entidad.

PACO RODRÍGUEZ

Nueva exposición

El color del verano. Ese es el título elegido por Luisa Pita para la primera nueva exposición después del confinamiento, que abrió ayer. Se trata de una muestra colectiva que reúne el trabajo de siete artistas: Quintana Martelo, Menchu Lamas, Juan Adrio, Mercedes Vicente, Felipe Ortega Regalado, María José Gallado y Pierre Louis Geldenhuys. Sus obras ocuparán la galería Luisa Pita hasta finales de agosto.