«Es importante dedicar tiempo a explicarles bien a los niños qué se van a encontrar fuera»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Iñaki Berasaluce / EUROPA PRESS

¿Cómo preparar a nuestros hijos para el nuevo escenario? ¿Cómo manejar su frustración por todo lo que no podrán hacer? La psicóloga y terapeuta familiar María Chavert contesta a estas preguntas

21 abr 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

Poca información se ha avanzado hasta el momento sobre cómo han de salir los menores a la calle. Se sabe que deberán ser paseos acompañados de un adulto, que se harán siempre en situación de seguridad, manteniendo la distancia social (de dos metros) y extremando las medidas de higiene, con mascarillas y lavándose las manos. Pero ¿cómo preparar a los niños para este nuevo escenario? ¿Cómo manejar la frustración por no poder disfrutar de la vía pública más tiempo y por todo lo que antes hacían y ahora no podrán hacer? A estas preguntas responde María Chavert, del gabinete Chavert Psicología.

En primer lugar, indica, «hay dos cosas fundamentales: no mentir y no minimizar. Ya desde que empezó el confinamiento les digo a los papás con los que trabajamos que con frases como ‘no te preocupes’, ‘ya pasará’ o ‘no es para tanto’ lo que haces es que se queden sin respuesta y no perciban la amenaza». Por otra parte, la psicóloga y terapeuta familiar con clínica en Santiago hace hincapié en que «es importante anticiparse y dedicarle tiempo a explicarles bien qué se van a encontrar fuera cuando salgan y por qué la gente, de repente, lleva mascarillas, por qué tendrán que ir de la mano, por qué el parque está cerrado o quién le dará al botón en el ascensor».

En todo este trabajo previo, «hay que evitar detalles escabrosos o traumáticos y adaptar el lenguaje a la edad. Por ejemplo, a un niño de 4 años se le puede hablar de un virus travieso, al que le encanta pasar de persona a persona y por eso tenemos que andar separados; pero al niño de 12 no le vale este cuento y se lo tienes que explicar con un lenguaje más adecuado».

¿Cómo introducir los nuevos hábitos? «Hay que incorporar rutinas y lo ideal es convertirlas en un juego: lavar las manos con una canción, a ver quién hace más espuma, convertir la primera salida en una aventura de superhéroes o exploradores...», continúa. «De la manera en el que el adulto lo enfoque condicionará mucho a cómo lo haga el menor. Los padres siempre van a tener miedo, pero no deben trasladárselo a sus hijos. En su lugar, es bueno darles seguridad e insistir en todas las medidas que hay a nuestro alcance: lavarnos las manos, las mascarillas... para empezar a salir», repara Chavert.

La pataleta, añade, «es la forma que tienen de expresar su frustración y es importante, en primer lugar, validar ese sentimiento: ‘entiendo que estés enfadado y quieras estar más en la calle, pero no podemos porque...’. Se trata de dar luego una respuesta breve, de estructura simple, en un tono de voz tranquilo y bajo. Cuando están enfadados, cualquier discurso que hagamos desde la parte racional no lo van comprender. Por eso es mejor ser concisos y claros». Si es posible, sería bueno ofrecer una alternativa. Es decir, «ahora no puedes jugar con Fulanito o Menganito, pero ¿qué te parece si luego en casa le hacemos una videollamada?. Incluso podemos anticiparnos e inventar con nuestro hijo una forma divertida de saludarlos». «Los niños asimilan las normas mejor a través del juego y yo siempre digo que la mejor vacuna es el sentido del humor», subraya.

Por la experiencia que tiene la psicóloga coruñesa, afincada en Santiago, con distintas familias puede decir que «hay niños que lo llevan muy bien, y otros no tanto», al tiempo que advierte que ya ha habido menores que han salido a la calle por temas de custodia. En cualquier caso, considera que siempre es mejor prevenir que curar y una buena charla puede evitar situaciones incómodas cuando llegue el día de salir a la calle.