Pedro Vázquez cumple su sueño con una peregrinación por la inclusión

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El joven con diversidad funcional llegó al Obradoiro acompañado por Gómez Noya

14 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aventurero, curioso y deportista, el coruñés Pedro Vázquez, de 17 años, cumplió ayer su sueño y el de su familia: hacer el Camino de Santiago. Arropado por el triatleta Javier Gómez Noya y por gritos de «vamos, Pedro, vamos» entraba con su handbike pasadas las doce del mediodía en el Obradoiro para completar las siete etapas desde León junto a una veintena de compañeros.

«Pedro naceu cunha característica que lle ía condicionar a maneira de vivir e sempre tiñamos en mente facer o Camiño. Os primeiros anos era para pedir; despois, máis que pedir, era para agradecer á vida telo aquí con nós. Isto era un soño, pero que Pedro puidera facelo con nós e coa súa irmá, era algo que nunca puidera imaxinar. Nunca pensei que fora capaz de facelo, e aquí está», decía su madre, Eva Ramírez, muy emocionada a su llegada en el Obradoiro.

Esta peregrinación de Pedro Vázquez contó con el apoyo de una beca otorgada por ColaCao y el Consejo Superior de Deportes, que dotó al club Enki —que lo acompañó en esta iniciativa por la inclusión y la igualdad— de dos joelettes y una handbike. También contaron con el respaldo del programa O Teu Xacobeo de la Xunta. Además, para completar la última etapa desde el Monte do Gozo, se le unió Javier Gómez Noya. «É un pracer acompañalos porque son uns grandes loitadores. É unha experiencia espectacular», afirmó el deportista, para añadir que «son un exemplo de superación para toda a sociedade ver como puideron facelo. Eu súmome nesta última etapa para apoialos e aprender deles».

La madre de Pedro Vázquez aseguró que «estes nenos e maiores con diversidade funcional teñen moito que aportar a este mundo». Detalló que durante las siete etapas, partían cada día en torno a una veintena de personas, con algunos integrantes que fueron variando. Pedro hacía una media de unos diez-quince kilómetros. «O Camiño é máxico, hai que vivilo. Hai días en que hai neve, sombra frío; e outros nos que sae o sol. Nese momento, paga a pena chegar aí arriba para ver a paisaxe. Así é como me sinto agora mesmo: pagou a pena todo o que fixemos para chegar aquí despois de 17 anos», afirmó Eva Ramírez. En ese sentido, indicó que nunca se olvidará de la subida al Cebreiro entre la nieve. Precisamente, Pedro y su hermana Julia, de 8 años, la vieron por primera vez. Ahora, ya piensa en hacer de nuevo el Camino.

Entre los que acompañaron a Pedro Vázquez en esta iniciativa, se encontraba el lalinense Álex Ferradás, que se sumó en Sarria a la peregrinación. «Ir en equipo é gratificante, ademais de aportar un grao de area para visibilizar a inclusión», aseguró. Él ya había hecho más veces etapas del Camino, como con Cogami, pero esta vez consiguió por primera vez la Compostela.