Entran en funcionamiento los cambios de tráfico en la avenida de Lugo por la semipeatonalización de Concheiros
SANTIAGO CIUDAD
Las nuevas rotondas mejoran la movilidad, pero obligan a reducir a un solo carril una vía que soporta una gran densidad de tráfico en los días laborables
07 mar 2020 . Actualizado a las 21:54 h.La avenida de Lugo ya nunca volverá a tener el aspecto que tenía desde su inauguración. Para bien, y para mal. Para bien, porque las nuevas rotondas, ahora provisionales mientras se acometen las obras de semipeatonalización de Concheiros pero que serán después definitivas, mejoran considerablemente la movilidad de la zona. Para mal, porque obligan a reducir a un solo carril en estos puntos una vía que soporta actualmente una alta densidad de tráfico en días laborables, al ser la salida natural de la sede central de la Xunta en San Caetano.
Los cambios de tráfico han entrado en vigor un sábado, por lo que ese posible colapso no es palpable y habrá que ver qué sucede el lunes. Las dos nuevas rotondas, junto a la estación de autobuses y en la intersección de la avenida de Lugo con la calle Londres, permiten ahora hacer giros cómodos y exentos de lentos y continuos semáforos. La zona que apunta que será más conflictiva es la del propio cruce de Concheiros, ya que se hará semipeatonal para adecentar la entrada a Santiago del Camino Francés y eso afectará a un vial por el que ahora se circulaba casi como si de una circunvalación se tratase.
Las obras van a dejar siempre dos carriles de subida y otros tantos de bajada en la avenida de Lugo, pero para ello se aprovechan los carriles de servicio, por lo que en la práctica hay puntos, en concreto en las dos nuevas rotondas, en los que solo quedará disponible un carril. Además, de forma provisional mientras se acometen los trabajos hay cambios importantes en las calles Berlín y Londres. La primera es ahora de sentido único ascendente y la segunda de bajada, hacia Fontiñas.
La remodelación y semipeatonalización del cruce de Concheiros, con la construcción de las dos nuevas glorietas, tendrá además un efecto inmediato, que persistirá cuando se finalicen los trabajos, en la reducción de la velocidad a la que se circula por la avenida de Lugo, que en muchos casos supera con creces los 50 kilómetros por hora a los que está limitada la vía. El proyecto busca precisamente ese efecto, el de calmar el tráfico, para facilitar el paso de peatones y de los peregrinos que entran por el Camino Francés.