La cocina comarcal deslumbra con seis Soles Repsol

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

CEDIDA

A Tafona y Retiro da Costiña obtienen dos distinciones y una el Asador O Pazo y Casa Marcelo

26 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque no lo parezca en estos días de cielos encapotados, la comarca ha pasado de tener cinco a seis soles. No miren hacia el cielo ni saquen los telescopios, porque estos nacen al calor de una cocina. Se trata de las distinciones otorgadas a dos restaurantes de Santiago, uno de Padrón y otro de Santa Comba por la Asociación de amigos de la Real Academia de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa. Este jurado es el encargado de valorar y entregar cada año los Soles Repsol, que reconocen a los mejores restaurantes y cocineros nacionales. Con el reto en el aire de alcanzar los tres soles —el máximo— en la zona, sí se ha reforzado su presencia en el segundo escalón del podio. Así, al Retiro da Costiña (Santa Comba), con Manuel García a los mandos, que ha revalidado los dos soles; se une este año también A Tafona (Santiago). Reconoce la Guía Repsol en este caso «la imaginación y potencial» de Lucía Freitas, quien hasta el año pasado tenía —además de una estrella Michelín— un único sol, galardón que reconoce la excelencia culinaria, la calidad de la materia prima y ejecución, además del respeto por la cocina regional, el servicio de sala y la carta de vinos. En el tercer peldaño se mantiene la gastrotaberna de Marcelo Tejedor, Casa Marcelo (Santiago), con un sol. Y se estrena con el primero el Asador O’Pazo (Padrón). Su chef, Óscar Vidal, acudió al acto en San Sebastián que hizo oficial su debut en la prestigiosa guía gastronómica. «La propuesta de los hermanos Óscar y Manuel Vidal (cocina y sala) se asienta en los valores de siempre», destaca la publicación sobre el negocio padronés. Su cocinero, que lleva años apostando por la brasa (técnica aprendida de forma autodidacta) y por una cocina que busca elaboraciones delicadas y potenciar los sabores, dice que la distinción «chéganos nun momento bo, e di que imos na boa liña. Foi unha sorpresa recibir este sol, que é un recoñecemento ao traballo ben feito, xa non tanto por nós, senón tamén para o resto do equipo». Pendiente queda la celebración de la plantilla, apunta: «É unha boa escusa para saír a cear xuntos».

Fiesta del audiovisual

Muchas caras conocidas del mundo audiovisual, y otras que no lo son tanto porque trabajan detrás de las cámaras, se dieron cita en la fiesta celebrada en el hotel AC by Marriott de A Coruña, donde se reunieron los finalistas de los Premios Mestre Mateo. En la tradicional foto de familia de los nominados, había representantes santiagueses, como la actriz y presentadora Marta Doviro, además de autoridades, entidades colaboradoras y patrocinadoras. Otros, como la directora y productora de Oroso Ruth Chao, no pudieron asistir al acto organizado por la Academia Galega do Audiovisual, que continuó en el Soho Café de la ciudad herculina.

El alcalde de Vedra, Carlos Martínez (PP), disfrazado (de negro)

Un alcalde muy carnavalero

Dice el alcalde de Vedra, Carlos Martínez (PP), que «hai que predicar co exemplo» y «non podo estar promocionando o entroido da Ulla e non participar». Es por eso que lleva desde que gobierna sumándose al carnaval «coma un veciño máis». En los últimos nueve años ha ido de chulapa, del Zorro, de vikingo, romano, cruzado, hada mágica... y en esta ocasión, de Maléfica (labios rojos, como lo Angelina Jolie en su papel de villana, incluidos). «Cada ano veño o venres disfrazado a traballar. A primeira vez collín á xente por sorpresa, pero agora hai certa expectación por ver de que irei», cuenta. El regidor lleva con total secretismo su atuendo, hasta el punto en que solo el día anterior descubre a su mujer e hijas la incógnita. Además, siempre que la agenda se lo permite, asiste disfrazado a los actos escolares del día. Ideas no le faltan. De hecho, ya tiene una para el próximo carnaval y aspira a convencer a algún compañero de partido para un disfraz en pareja.