La cámara del dispositivo cubre todos los carriles de subida y bajada desde una única ubicación
10 feb 2020 . Actualizado a las 18:59 h.El período de prueba terminó, y a partir de hoy los conductores que circulen por la rúa O Restollal deberán estar muy atentos al acelerador y no superar los 50 kilómetros por hora. Los excesos se pagarán caros. No conviene olvidar que la multa puede llegar hasta los 600 euros en los casos más graves y la retirada de varios puntos del carné de conducir. El Concello de Santiago solo cuenta con un radar, así que este aparato se moverá entre esta vía, la que da acceso desde Ourense, y el que a finales de mes está previsto que entre en funcionamiento en Conxo, en la SC-20, sin que pueda saberse dónde está funcionando cada día. La mejor solución, por tanto, será la de estar atento al velocímetro.
En el caso de O Restollal, la caja del radar se localiza hacia la mitad de la recta, y desde ese punto se podrán controlar todos los carriles de circulación, tanto de entrada como de salida a la ciudad. En esta avenida se produjo en el 2016 la última víctima mortal en la red urbana de Santiago. Se trató de un hombre que fue atropellado al cruzar por una zona sin paso de peatones. Los accidentes en la rotonda de salida de Clara Campoamor son también frecuentes, y con la reducción de la velocidad se prevé que puedan disminuir. Durante la semana de prueba, la Policía Local pudo comprobar que los coches circulan en este punto muy por encima de la velocidad permitida.
En la SC-20, en Conxo, ya están colocados los dos cajetines en los carriles de entrada o de salida a Santiago. Con su próxima entrada en servicio, que el Concello anunciará previamente para evitar sustos, se quiere conseguir reducir la velocidad de circulación, que durante los días de pruebas se constató que es muy elevada. El 12 % de los conductores controlados por el radar en pruebas superaron los 110 kilómetros por hora en el túnel de Conxo.