Juzgan en Santiago a un hombre que acosó a su empleada del hogar y la amenazó para que se acostase con él

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOÁN A. SOLER

La Fiscalía le pide casi cuatro años de cárcel al acusado, que llegó a amedrentar a la mujer mostrándole una pistola y diciéndole que la mataría si se marchaba

03 feb 2020 . Actualizado a las 00:19 h.

Un total de tres años y once meses de cárcel y el pago de una indemnización de 3.000 euros a su víctima es la pena que la Fiscalía solicita para un hombre que está acusado de acosar a su empleada del hogar y amenazarla con despedirla primero y luego con matarla hasta lograr que ella accediese a mantener relaciones sexuales con él. El juicio se celebrará el día 6 en la sección compostelana de la Audiencia Provincial.

La dura historia de esta mujer se remonta a diciembre del 2014, cuando J. F. R., que vivía con su esposa, la contrató como empleada del hogar aunque no firmó con ella ningún contrato ni tampoco le dio de alta en la Seguridad Social.

Poco tardó el acusado en, según la Fiscalía, mostrar sus libidinosas intenciones, ya que en enero del 2015 ya le propuso a la mujer mantener relaciones sexuales. Lo hizo de modo insistente, llegando a tirar del vestido a la señora, así como a alzarle la falda para ver su ropa interior y su escote. Como la víctima no accedía, le dijo que si no se acostaba con él la echaría de casa y la dejaría sin trabajo.

Ella estaba en una situación de desamparo y se sentía intimidada por el hombre, por lo que finalmente accedió a mantener relaciones sexuales con él. Pero ahí no terminaron los problemas, porque en marzo del 2015, y siempre según la versión del fiscal, J. F. R. hizo fotos con una cámara analógica en las que su empleada del hogar aparecía desnuda. Ella las encontró y las rompió, pero él le dijo que tenía los negativos y que podía volver a revelarlas.

La situación se tornó aún peor cuando la mujer del acusado falleció en marzo del 2015. Fue entonces cuando el ministerio público asegura que le dijo que si no accedía a lo que le pedía iba a echarla y le iba a contar que se habían acostado y a enseñarle las fotos a sus hijos, a su madre y a su hermana, así como a colgar las imágenes en Internet.

Además, la víctima sabía que el hombre tenía al menos un arma de fuego, porque le había mostrado una pistola que guardaba en un cajón detrás del televisor para después, haciendo con los dedos el gesto de disparar, decirle: «Si te marchas o te veo con otro hombre voy y pum pum», refleja la acusación pública.

No fueron las únicas amenazas que relató la víctima, ya que durante todo el tiempo que estuvo trabajando en la casa, pero especialmente entre el 14 de agosto y el 16 de agosto del 2015 el acusado realizó continuadas llamadas al teléfono que usaba la mujer y también le envió numerosos mensajes llegando incluso a decirle que la iba a encontrar si se iba y que, si fuese necesario, contrataría a un detective y la mataría.

En el registro que hizo la policía del piso, situado en Santiago, se encontraron una escopeta marca Teis para la que el acusado tenía licencia y guía de pertenencia, pero también un arma tipo revólver, una escopeta inutilizada y una pistola Star calibre 6,35 Bonifacio Echeberría cargada y en perfecto estado de uso y mantenimiento y para la que el acusado no poseía ni licencia ni guía de pertenencia. También se halló munición para las escopetas.

Toda esta situación vivida le ha provocado a la mujer un trastorno de estrés postraumático para el que ha tenido que recibir tratamiento médico y psicológico.

Al hombre se le acusa de tres delitos. Uno de acoso sexual por el que le piden siete meses de prisión y otros dos de amenazas no condicionales de carácter grave y de tenencia ilícita de armas de fuego por el que le reclaman veinte meses de prisión por cada uno de ellos.