El santuario Vacaloura se cae a pedazos y recauda fondos para dar un hogar definitivo a los animales rescatados
SANTIAGO CIUDAD
Inés Trillo y Mario Santiago dan cuenta del mal estado de las instalaciones
18 ene 2020 . Actualizado a las 18:51 h.Cleopatra, una pata mutilada incapaz de volar. El poni Miguel y la yegua Noelia, que llegaron con inanición y desnutrición, entre otras consecuencias por la desatención de sus dueños. Alma, una burra con la cadera rota a la explotaban en el campo. El cerdito vietnamita Mongó, con una parálisis por un perdigón alojado en su columna. Son solo cinco de una larga lista de animales que han tenido una segunda oportunidad en el santuario Vacaloura, en Compostela. Después de más de seis años de acogidas y de pasar por dos terrenos diferentes, el proyecto liderado por Inés Trillo y Mario Santiago se ve limitado por unas instalaciones que «son muy antiguas y necesitan muchos arreglos, vamos poniendo parches a medida que podemos, pero no podemos permitirnos hacer grandes obras e inversiones para después dejarlo todo atrás», dicen, ya que el santuario se encuentra en una finca de alquiler, sin opción a compra. Por eso han emprendido una campaña con la que buscan obtener donaciones para adquirir un hogar definitivo para los animales rescatados. «Una propiedad —explican— que será de los animales para siempre jamás, de donde nunca podrán echarlos, donde podremos seguir rescatando vidas con total tranquilidad. En octubre de 2021 se acaba el contrato de alquiler del terreno donde estamos actualmente, pero no creemos que las instalaciones resistan tanto tiempo sin una reforma». Serían necesarios miles de euros para poder realizar todas las actuaciones necesarias y garantizar la seguridad y bienestar de los moradores del santuario, sus «vacaloures». ¿La lista de desperfectos? Va desde «casetas a punto de derribarse, paredes que ya se cayeron y otras a las que les falta poco, goteras e infiltraciones de agua en la nave central que mojan las camas de los animales», hasta zonas en las que se acumula el lodo «co risco de que poidan coller enfermidades nos seus pés ou pezuños, como o pedero».
El suelo se hundió en el recinto de las ovejas dejando un agujero que, aunque lo cubrieron con comederos de cemento, se hace cada vez más grande con el peligro de que se caiga un animal. El tejado de la caseta de los patos, gaviotas, oca y gallos voló en anteriores inviernos, pero «ahora es la estructura al completo la que amenaza con derribarse y tenemos miedo de que pueda acabar provocando un accidente». Vacaloura trata de recaudar 100.000 euros para el terreno definitivo, de los que ya ha recaudado algo más de 2.200. «Puede que este sea el mayor reto al que nos enfrentamos hasta ahora», aseguran.
Olimpiada Matemática
Resolver tres problemas en tres horas y media. Esta era la prueba a la que se enfrentaron ayer un centenar de alumnos de bachiller que pasaron por la Olimpiada Matemática Galega, celebrada en Compostela. La decana de la facultad de Matemáticas, Elena Vázquez Cendón, dio la bienvenida a los representantes de los 77 centros públicos de Galicia y 24 privados. Durante una sesión matinal y otra vespertina se disputaron los tres pases para la fase estatal, que se celebrará entre el 19 y el 22 de marzo en Almería. El ganador resultó ser Martín Padrón Rodríguez (del IES As Lagoas, de Ourense), seguido de Antón Moure Rodríguez (del colegio Manuel Peleteiro), y de Antón Figueroa Martínez (del IES de Sar). La decana, Mar Lorenzo Moledo, y el profesor Felipe Gago Couso presidieron la entrega de premios.
Colegios mayores
Juan Muñoz y Carlos García, presidente y secretario general del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, que representa a 125 centros públicos y privados a nivel nacional, visitaron la Universidade de Santiago. Su agenda en la capital gallega incluyó —además de una reunión con el rector compostelano (Antonio López), el vicerrector de Estudiantes e Internacionalización (Víctor Arce) y la Conselleira de Educación (Carmen Pomar)— también un encuentro con los universitarios que residen en La Estila. Allí les expresaron su preocupación por impulsar el papel de los colegios mayores en la vida universitaria, así como por la irrupción de los fondos de inversión en el sector del alojamiento universitario, entre otras cuestiones.
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