No solo en Lalín se sirven cocidos de diez

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

En Santiago y su entorno está el listón alto en esta oda gastronómica a las carnes porcinas

15 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy comienza oficialmente el Mes do Cocido. Treinta y un días de desenfreno en las cocinas gallegas, rendidas a esta oda gastronómica a las carnes porcinas. Pero no solo en Lalín se llenan los restaurantes. En Santiago y su entorno es también un reclamo. Tanto, que en algún caso ya tienen completo casi todo febrero, con confirmaciones del año pasado. Se trata del bar Rodeiro, una tasca pequeña y humilde del barrio compostelano de San Pedro cuyo cocido está entre los ocho mejores de Galicia, según la reputada revista de viajes Traveler. La artífice es Divina Varela Salgado, a cargo de la cocina en un negocio que regenta junto a su marido, Julio Vázquez. Para probar su «cocido especial» hace falta reserva. Solo de esta forma es posible degustarlo, con nueve protagonistas sobre la bandeja, además de tres postres (filloas incluidas). Suelen recibir grupos de entre 20 y 25 personas. «Y perdemos muchos por no tener más sitio», apunta ella. Llevan desde comienzos de octubre sirviendo su plato estrella, «cuando empezó a reclamarlo la clientela». Además, ofrecen todos los martes una versión más ligera y económica (con repollo y por 10 euros), que entra en el menú del día. Por eso, el comedor del Rodeiro está especialmente solicitado los martes. ¿La receta del éxito? «La aprendí de una tía mía, que cocinaba muy bien. Trabajaba en los restaurantes cuando tenían bodas o eventos importantes», cuenta Divina, una emigrante retornada de Venezuela. También La Tacita de Juan, un local de renombre en la capital gallega dirigido por Juan Pablo Pérez, fue reconocido en el suplemento Metropoli por sus cocidos. ¿La autora? Soledad Riveira, jefa de cocina. Eso sí, habrá que esperar hasta el día 28, porque se han tomado unas merecidas vacaciones. El listón está alto y son muchos los que tienen cogido el punto a este copioso plato, típico de los meses más fríos. La fama precede a los cocidos del Don Quijote, en Galeras, y del Susos, en San Marcos. De los de Casa Antonio, en Vista Alegre, dicen los amantes del buen comer que «son espectaculares». «Riquísimos y completos» los de Casa Barreiro, en San Xián de Sales (Vedra). «Abundantes y ricos» los de A. Nieto, en Chayán. A Fogar do Selmo, en Urdilde (Rois), van muchos expresamente por sus cocidos. El de Abelleira, en Brión, está de diez, como casi todo lo que hacen.

SANDRA ALONSO

Roel prueba en el teatro

Dicen que la mayor barrera es la que uno mismo se pone. Y Noelia Roel, compostelana candidata a Miss Universo, está decidida a aprovechar cuantas oportunidades le ofrece la vida. Tras formarse con una beca que le dio el grupo Televisa, ya ha conseguido sus primeros papeles de protagonista en cortos, películas y hasta una obra de teatro. Se llama Los últimos días de Judas Iscariote, producción dirigida por Sandra Schiffner. En ella, señala, «me encuentro con Poncio Pilato y con muchas cosas por las que tengo que ponerme dura».

En breve comenzará el rodaje del largometraje El príncipe y también le han dado un papel en Ojos de jaguar, una coproducción con España, y grabará el episodio piloto de una serie para una de las grandes plataformas digitales.

Cuarto en Madrid Fusión

El nivel es cada vez más alto en los bocadillos de autor, un campo en el que Compostela también está marcando la diferencia. En cuarta posición quedó Francisco J. Rosas Fernández, jefe de cocina de O Afiador, en el concurso celebrado en Madrid Fusión. A un paso del podio, se mostró satisfecho por llegar hasta donde lo hizo: «Está muy bien, para ir por primera vez a una competición de este estilo». «Tuvimos que preparar 7 bocadillos», relata. Él fue el primero en presentarlo de los seis en liza. Y asegura que «nos sorprendió mucho tanto la valoración del jurado profesional como la de los profesionales que andaban por allí». «Seguramente en febrero lo incluiremos como sugerencia» en la carta, avanza, porque son muchos los que quieren catarlo. Para meter bocado al mejor bocadillo de España hay que ir a Burgos. Lo hace Rubén Uruñuela, de La Jamada de Arrabal.

MÁS HISTORIAS DE PATRICIA CALVEIRO