Santiago mantiene vivo el litigio con los Franco por las estatuas del Pórtico y recurre al Supremo

SANTIAGO CIUDAD

Estatuas de Isaac (izquierda) y Abraham (derecha), actualmente en poder de los Franco
Estatuas de Isaac (izquierda) y Abraham (derecha), actualmente en poder de los Franco xoan a. soler

Bugallo ve que «hai causa e caso» para seguir reclamando la titularidad de las figuras del maestro Mateo

04 ene 2020 . Actualizado a las 00:52 h.

El Ayuntamiento de Santiago recurrirá al Tribunal Supremo para defender sus aspiraciones con respecto a la titularidad de las dos estatuas mateanas que reclama a los herederos de Franco, una pretensión contra la que falló recientemente la Audiencia Provincial de Madrid después de que un juzgado de la capital desestimase en primera instancia la reclamación municipal. Tras dos negativas, ya solo le queda el Supremo. Y hasta ahí llegará el gobierno de Xosé Sánchez Bugallo después de escuchar a la asesoría jurídica del Concello y al abogado que lo representa en esta causa, Xaquín Monteagudo, quien asumió la batalla judicial contra los Franco ya con el gobierno de Compostela Aberta.

«Cremos que hai causa e que hai caso», afirma el regidor en clara discrepancia con la resolución de la Audiencia, «que vemos lesiva para o interese público». Esta basa su rechazo al recurso municipal en que no está acreditado que las estatuas que demanda el Concello, las de Isaac y Abraham, sean las que están en posesión de los herederos del dictador. Cómo si hubiese tantas retiradas del Pórtico de la Gloria, vino a decir Bugallo, en alusión a su pertenencia inicial al conjunto escultórico del Maestro Mateo —se retiraron, con otras siete, en el siglo XVI tras una intervención en esa fachada catedralicia— y a que todas están localizadas.

Bugallo no tiene dudas de que las figuras en litigio son las que el Concello compró al conde de Ximonde en 1948 y que años después, tras una visita de los Franco a Raxoi en 1954, acabaron en Meirás. Ni la familia Franco cuestiona que no lo sean, alega, para reivindicar que «temos razón», aunque sin ocultar que tampoco les interesa llegar a eso porque «perderían valor».

Consciente de que un recurso de casación —el único que cabe ahora— tiene muy tasadas las circunstancias en que se puede presentar, el Ayuntamiento capitalino ve todavía posibilidades. «Coas probas que hai no sumario, entendemos que esa sentenza non se podía producir en base a ese argumento», defendía ayer el alcalde. Sin ese argumento jurídico, aduce, a la familia Franco solo les quedaría el de la usucapión, la adquisición de un patrimonio por el paso del tiempo, pero siendo una propiedad pública, añade, no podía acabar como «un ben privativo do dictador» sin que conste ningún acuerdo municipal que lo explique. Para Bugallo lo que hubo fue un «proceso de apropiación ilexítimo e ilegal» y posteriormente de «blanqueamento da súa apropiación».