En Santiago también hay fiesta pre Fin de Año y se celebra en la Praza de Abastos

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

cedida

El 2019 se despedirá el sábado con lentejas en la Nave 5 y a medianoche habrá cacerolada y uvas

26 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No tiene la fama de las preuvas de la Puerta del Sol, que congregan cada 30 de diciembre a medianoche a miles de personas para el ensayo de las campanadas 24 horas antes del oficial. Tampoco tiene el bagaje de la Festa das Uvas de Vilagarcía, donde desde hace más de dos décadas se anticipan 12 horas al estreno del año. Pero Santiago también tiene su propia celebración tempranera, el Prefinde Ano de la Praza de Abastos. Será pasado mañana, sábado, a partir de las nueve y media de la noche en la Nave 5. Allí se servirán lentejas de la suerte para decir adiós al 2019. Como ya viene siendo habitual, se encargará de cocinarlas Víctor Pumarega, chef del mercado gastronómico santiagués. ¿Por qué lentejas? Son una tradición muy extendida en Italia la noche del 31, y parece que un plato de legumbres calientes siempre apetece en invierno. Cuenta la impulsora de esta Nochevieja precoz, Maica Couto, de A Ostrería, que es una forma para el personal del mercado de despedir juntos el año, rodeados de clientes y amigos. Habrá animación musical durante la velada y, a medianoche, las doce campanadas se darán al ritmo de una cacerolada. En la Nave 5 emplearán sus utensilios de trabajo para estrenar el 2020 y tienen previsto repartir unas 250 uvas y otros tantos Lacasitos. Así, el que se atragante en el Prefinde Ano compostelano al menos lo hará a gusto.

XOAN A. SOLER

Despedida en el Bazar de Villar

El día de Navidad fue muy especial para la familia Vilar, que se reunió en torno a las réplicas del botafumeiro y del pórtico de Gloria que tienen en el comercio que regentaron hasta ahora en el número 1 de la rúa do Vilar, el Bazar de Villar. Los siete hermanos y sus hijos le rendían de este modo un homenaje, en la tienda donde estuvo toda una vida, su padre y abuelo, Luis Villar, fallecido hace 8 años, «porque estamos donde estamos por él». Se tomaron fotos para el recuerdo, abrieron botellas de champán y celebraron por todo lo alto esta despedida en el local que la familia ocupó durante más de 80 años, cuyo alquiler vence el día 31. Explican que el cierre es obligado, debido a la conocida ley Boyer. Comenzaban así la mañana de ayer, tras juntarse todos para pasar la Nochebuena en la casa materna, la de Lolita Folla. Su pórtico, hecho por la pintora María de Jude, quedará en manos del Cabildo. «Esperemos que no se deshagan de él. Si en el plazo de 6 u 8 meses no encontramos otro local al que llevarnos el botafumeiro, hemos propuesto a la Xunta que abra aquí una oficina de turismo y estamos dispuestos a dejarlo como reclamo. Nos daría mucha pena meterlo en un almacén. Estamos buscándole un lugar emblemático, en el que la gente de aquí y de fuera pueda disfrutar de él sin tener que pagar, como hasta ahora», cuenta Manuel Villar.

IRENE MARTIN

Homenaje a Hernández Sande

El grupo profesional Agro XXI, que preside José Manuel Ortigueira, rindió homenaje a Carlos Hernández Sande, catedrático ad honorem de la USC por toda una vida entregada a la universidad y al emprendimiento universitario. Carlos, un santiagués de la Calle Nueva (actual Rúa Nova de Abaixo), de cuando había solo casitas bajas y lodo en invierno, puso el acento en su tía Gloria, que comerciaba con pimientos, como factor de innovación en su etapa académica. Con entusiasmo y veneración siguieron su relato vital Ramón Lois, Rogelio Villar, Alfonso Mateos, Belén Hernández, Isabel Neira, Pepe Omil, Andrés Varela, Patricia Doldán y hasta Ghaleb Jaber, que se acercó a la hora del café. El debate sobre la tercera misión de la universidad —aquella que tiene que ver con el impacto socioeconómico en su entorno— estuvo servido desde antes del primer plato. El profesor, que cumplirá 75 el año próximo, citó a Darío Villanueva como «rector estadista», en recuerdo de cuando bajo su mandato se creó una sociedad de capital riesgo para identificar e invertir en el desarrollo de empresas de base tecnológica nacidas en el seno de la investigación universitaria. En plena forma está Carlitos, como se autodenomina, quien no dejó de mostrar, enmarcadas, las páginas del diario Financial Times sobre la brillante peripecia de la USC.

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