Aquí plantan cara al enemigo número uno de parques de bolas e hinchables

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

En Ollo Piollo constatan el repunte de actividad coincidiendo con las vacaciones

21 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los piojos no son solo cosa del verano, de los campamentos estivales y del inicio de curso. Estos molestos insectos, que suelen instalarse en el cuero cabelludo, siguen siendo una amenaza en otoño e invierno para los menores. «La temporada alta se acaba en enero. Ahora, en las vacaciones, muchos niños se apuntan a campamentos de conciliación, frecuentan los parques de bolas y suben a hinchables, que son dos de los focos más habituales de contagio, porque los piojos aguantan 48 horas vivos fuera del cuerpo humano y se forma ahí un caldo de cultivo. Hay muchísimo peligro de contagio. Es un efecto en cadena», explica Silvia Doallo, dueña de Ollo Piollo, centro especializado que abrió sus puertas hace ya cuatro años en Santiago. La ourensana montó el primer establecimiento en su ciudad, el de la República Arxentina fue el segundo (donde Isabel Vázquez se ha convertido en su mano derecha) y más recientemente un tercero en Lugo.

Se da la circunstancia, aseguran las profesionales, «de que algunos papás no desparasitan a sus hijos hasta que llegan las vacaciones de Navidad. Te dicen: ‘Total, las van a coger igual en el cole’. Es una irresponsabilidad, porque los que sí van limpios de piojos y liendres a clase vuelven a cogerlos por su culpa». Silvia considera que existen todavía muchos falsos mitos y tabúes. ¿Uno de los más extendidos? «Que los piojos son un signo de suciedad y no es así. Es como un catarro. Se transmiten por contagio puro y duro, y no tiene que ver si vives entre algodones o no. El piojo no entiende de clases sociales», apostilla Silvia, en cuyos centros tratan sin productos químicos ni abrasivos esos molestos picores e irritaciones.

Chocolate y despedida

La ya tradicional chocolatada navideña del Hostal dos Reis Católicos tuvo sabor a despedida este año. Compostela Monumental aprovechó la ocasión para rendir homenaje a Julio Castro Marcote, director del Parador de Santiago que en breve se irá al de Muxía. Con una placa conmemorativa, la asociación de comerciantes, empresarios y profesionales del casco histórico que preside José Manuel Bello Rey quiso agradecerle el apoyo y colaboración que siempre tuvo por su parte, «quien además es vecino», subrayó Bello. El antiguo Hospital Real celebró una jornada de puertas abiertas, en una celebración en la que estuvo presente el mismísimo Papá Noel. El colofón al acto lo puso la degustación de chocolate, gentileza del Parador y del repostero santiagués Emilio Santasmarinas.

Manu Suarez

Preestreno solidario

El Palacio de Congresos de Santiago se convirtió en una sala de cine muy especial para el preestreno solidario -a favor de la Fundación Andrea- de la película de animación La gallina Turuleca, que llegará a las salas de toda España el día 1 de enero. Un millar y medio de niños del entorno rural gallego, donde pocas veces tienen acceso a los estrenos cinematográficos, asistieron a la premier de Filmax, donde no faltaron las palomitas. La cita contó con la presencia del director, Víctor Monigote, de Carlos Fernández (Filmax) y otros representantes del audiovisual y la política, así como de Charo Barca, presidenta de la Fundación Andrea, que colabora junto a la Xunta en la proyección de esta coproducción internacional en los siete hospitales de Galicia.

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