Condenan a nueve años de cárcel al hombre que mató a su compañera de piso en Boiro

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

El jurado popular lo declaró culpable de homicidio pero tuvo en cuenta que estaba muy borracho y que consumió cocaína

21 dic 2019 . Actualizado a las 22:31 h.

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, la que tiene su sede en Santiago, ha condenado a nueve años de cárcel a Samuel Vidal Pérez, al que el jurado popular que lo juzgó declaró culpable de homicidio doloso tras matar a la mujer de 66 años de edad con la que vivía en Boiro, Carmen Dieste Dieste. Eso sí le aplicó la eximente incompleta de embriaguez al estimar que cuando protagonizó la agresión «tenía profundamente afectada, pero no anulada su capacidad de saber lo que estaba haciendo o de controlar sus impulsos porque había consumido gran cantidad de bebidas alcohólicas, así como cocaína».

La sentencia declara probado que Vidal, que vivía desde hacía unos tres meses en casa de su víctima, inició una discusión con la mujer en la cocina durante la noche del 30 al 31 de julio del 2017. En el transcurso de la disputa, el acusado cogió un cuchillo, por lo que ella huyó subiendo a la planta superior de la vivienda. Él la alcanzó y le clavó el arma blanca en repetidas ocasiones y en diversas zonas del cuerpo, causándole la muerte.

El jurado popular dictaminó, tras celebrarse la vista oral en Santiago, que Samuel Vidal «sabía que una agresión de esa clase generaba un grave riesgo de causarle la muerte y, pese a ello, lo hizo y no desistió».

El tribunal del jurado consideró determinantes «la ubicación, intensidad y repetición de los golpes asestados con el cuchillo» y el magistrado que presidió la sala, Jorge Cid Carballo, señala en la sentencia que se consideró probado «el ánimo de matar» porque el ya condenado dirigió el ataque hacia una zona vital del cuerpo y, además, la gran cantidad de puñaladas «pusieron de manifiesto la persistencia en el ataque».

Arrepentido

Vidal Pérez, que durante el juicio aseguró que no quería matar a Carmen Dieste porque era para él «unha amiga», que la consideraba «como unha nai» y que habría preferido morir él aquella noche porque aún soñaba con ella, tendrá también que abonar una indemnización de 100.000 euros al único hijo que tenía la víctima, así como hacerse cargo del pago de las costas que ha generado el proceso.