La «gasinera» está ubicada en el polígono del Tambre y es la primera disponible en la provincia coruñesa
19 nov 2019 . Actualizado a las 20:53 h.Santiago ya cuenta con su primera gasinera, la palabra escogida para designar a las estaciones de servicio para vehículos que en lugar de suministrar gasolina o gasoil cargan gas natural comprimido (GNC). No solo es la primera de Compostela, sino también de toda la provincia de A Coruña y la segunda de Galicia. Está ubicada en la gasolinera de Staroil ubicada en el polígono industrial del Tambre y fue inaugurada por el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo y el delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro.
En el acto también estuvieron los responsables de las dos empresas que han hecho posible la apertura de la gasinera. Por parte de Naturgy acudió su delegado de Proyectos Movilidad Zona Norte-Portugal, José Antonio Sánchez Loureda, y por la de Staroil el gerente de la estación ubicada en el polígono, Juan Lago.
Concretamente, la estación de carga de GNC está situada dentro del mercado de frutas y verduras de Galicia (Mercagalicia), una ubicación elegida por su gran valor estratégico y logístico tanto por ser un centro de tráfico de mercancías como por estar muy cerca del centro de Santiago a través de la carretera de circunvalación compostelana, la SC-20, y conectado con la autopista AP-9.
La instalación cuenta con dos surtidores que pueden suministrar tanto a vehículos ligeros como pesados. La puesta en marcha de esta estación de servicio de gas natural comprimido se enmarca dentro del proyecto de fomento de la movilidad de la empresa Naturgy, cuyo objetivo es promocionar el uso del GNC como mejor alternativa frente a los combustibles fósiles, que son más contaminantes.
Hasta ayer, solo había otra gasinera en Galicia, la de San Cibrao das Viñas (Ourense), aunque ya están en fase de proyecto y construcción las de Vigo y Vilalba (Lugo). El GNC, además de ser eficiente desde el punto de vista medioambiental, ofrece un coste por kilómetro para el usuario que es un 30 % menor que el gasoil, un 50 % menor que la gasolina y un 20 % menor que el gas licuado del petróleo (GLP).