Las personas que hacen bricolaje en su tiempo libre tienen más riesgo de padecer cáncer de pulmón

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Investigadores de la Universidade de Santiago demuestran que tras diez años de realizar estas tareas se duplica el riesgo de tumor

16 nov 2019 . Actualizado a las 10:03 h.

Investigadores de la Universidade de Santiago han publicado un estudio en la revista Environmental Research en el que concluyen que aquellas personas que realizan en su tiempo libre actividades de tipo bricolaje, como puede ser la pintura, el modelismo o la restauración de muebles, corren un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón. En este estudio participaron catorce hospitales de Galicia, Asturias, Castilla y León y Madrid, así como un hospital de Portugal. Pese a que los centros participantes fueron catorce, la mayoría de los pacientes son gallegos. De entre los integrantes del estudio, 1.528 personas fueron diagnosticadas de cáncer de pulmón.

Los resultados de la investigación de la Universidade de Santiago indican que las personas que durante al menos diez años realizaron este tipo de actividad como parte de su ocio tienen el doble de riesgo de padecer cáncer de pulmón en relación a la población que no las realiza. El riesgo aumenta de forma directamente proporcional en relación al tiempo dedicado, y por ejemplo a partir de las siete horas semanales esta probabilidad es cuatro veces más alta. El estudio forma parte de la tesis doctoral de María Lorenzo González, dentro del programa de doctorado de Epidemiología que coordina el profesor Alberto Ruano. Los autores de la investigación afirman que «el riesgo de cáncer pulmonar también es elevado y estadísticamente significativo en los nunca fumadores, teniendo estos últimos tres veces mayor riesgo de cáncer pulmonar si hacen estas actividades diez años o más en comparación con los que no realizan dichas actividades».

Todos los resultados tuvieron en cuenta el sexo, la edad de los participantes, el nivel de estudios, el consumo de tabaco y la exposición a radón residencial. Se trata además del estudio más grande en cuanto al número de participantes de todos los que se realizaron para analizar la influencia de este tipo de actividades de tiempo libre y el desarrollo de cáncer de pulmón.

Las mismas sustancias

Lo que ocurre es que muchas de las sustancias empleadas en estas actividades son análogas a las utilizadas en ocupaciones con mayor riesgo de cáncer de pulmón que ya están recogidas como tal, como es el caso de carpinteros, ebanistas o trabajadores de la industria de la goma o del calzado, ya que implican la exposición a disolventes orgánicos, colas, pegamentos, barnices o polvo de madera.

Consejos para minimizar el peligro

Los autores apuntan que para reducir el riesgo de cáncer de pulmón lo más importante es no fumar y en el caso de los nunca fumadores, saber si tienen niveles elevados de radón en su domicilio. En el caso de que realicen actividades de bricolaje, pintura, modelismo o restauración de muebles o incluso otras en las que las exposiciones sean similares, es fundamental hacer estos trabajos en lugares con buena ventilación y empleando las medidas de protección adecuadas.