«Tenemos la función de rescatar nuestro legado cultural, que está en los libros»

Lola Puerta nació en Outes en 1958, pero se declara compostelana. En Irmáns Rey Alvite abrió hace 20 años la librería Aenea, donde las estanterías comparten espacio con un taller, de narrativa, cuentacuentos, yoga... «En 1999 no había este formato», indica esta médica, que ha querido conjugar teoría y práctica en el cuidado de cuerpo y mente.

-Aenea es otro concepto de librería.

-Somos una librería pequeña de barrio. Cuidamos mucho las temáticas, las traducciones y las ediciones [...]. Somos buceadores, no todo vale. Tenemos la función de rescatar nuestro legado cultural, que está en los libros. Por aquí pasan autores, investigadores, editores, niños, padres, abuelos... Es un lugar de encuentro, donde ser testigo de las fuentes que nos han alimentado, con la responsabilidad de no olvidar la memoria escrita. Si no, ya entramos en la rueda económica...

-Pero también es un negocio.

-Cada librería es un universo porque la forma la persona que la dirige, con su vocación. En la red económica rápida de compra y tira, el libro es un entretenimiento sin más, no un compañero de viaje, se olvida su función. Somos un comercio de proximidad y estamos muy comprometidos con ello, con encontrar lugares de conocimiento que lleguen a la población. Nuestro trabajo consiste en la búsqueda, no solo en vender. Participamos en el proyecto de recuperación del barrio, Xardín, con ilusión, buscando esa idea que nos enraíza y nos hace más humanos.

-Muchas librerías han tenido que cerrar.

-Hay ciclos, como en la naturaleza. Antes era todo más perenne, para toda la vida. Es un momento de reto, de otear nuevos horizontes, reivindicar que las librerías tenemos ese legado, traerlo y mostrarlo, que todo el mundo se sienta acogido.

-¿Una lectura recomendable?

-Aprendizaje o El libro de los placeres, de Clarice Lispector, editado por Siruela.

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