El parque de bomberos, trece años paralizado y sin plan de reactivación

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El último acuerdo para retomarlo, hace casi dos años, tampoco ha dado sus frutos

28 oct 2019 . Actualizado a las 23:36 h.

Santiago y la comarca comenzarán la enésima ronda de contactos para tratar de perfilar una solución definitiva a la prestación del servicio de extinción de incendios de forma mancomunada, ya sea a través de un parque único o de dos independientes pero en estrecha colaboración. Santiago apuesta por la primera de esas opciones. Y la Xunta también, según le constató el vicepresidente, Alfonso Rueda, a Xosé Sánchez Bugallo la semana pasada. Falta saber la opinión de la Diputación, que el alcalde indagará estos días, aunque en el pasado mandato, gestionada también por socialistas y nacionalistas, estaba por un único parque radicado en Santiago.

También son parte los ayuntamientos a los que alcanzaría la comarcalización del servicio, y con ellos pretende iniciar contactos también el regidor capitalino, aunque el entendimiento entre estos requiere previamente el de las administraciones que han de soportar en mayor medida su coste. Porque en la comarca solo Santiago y Ames tienen obligación legal de disponer de ese servicio. En los demás han de involucrarse la Xunta y la Diputación coruñesa.

Santiago aportaría su propia plantilla y el terreno para el parque comarcalizado, en Salgueiriños, el mismo donde desde hace trece años se erige, como un monumento al feísmo urbanístico, la estructura del malogrado parque comarcal impulsado en la primera mitad de la pasada década. Las discrepancias de los bomberos compostelanos con su encaje en el nuevo servicio, que se dirimieron a su favor en vía judicial, frustraron aquel parque, al alterar las previsiones de su coste económico.

Sobrecoste de la obra

Prácticamente en paralelo, el sobrecoste detectado en la ejecución de las obras de la que había de ser su sede abocaron a una paralización que todavía persiste por la incapacidad de las administraciones de ponerse de acuerdo e impulsar con acierto las innumerables ocasiones en las que se abogó por recuperar el proyecto.

La última fue hace prácticamente dos años. Xunta, Diputación y el Concello de Santiago se decidían a relanzar el proyecto, mirando todos hacia Salgueiriños, cuya estructura es recuperable, afirma Bugallo aludiendo a informes técnicos. Entonces, con los mismos protagonistas por parte de la Xunta y la Diputación -solo mudó el representante compostelano- la solución no pasaría del 2018, alentaban, aun asumiendo que el mayor problema sería el de la dotación de personal por la afectación de la tasa de reposición. Pero veían posibilidades viables para dejar atrás ese obstáculo con el argumento de que en realidad se trataba de un servicio nuevo, lo que los libraría de la tasa reponedora.

Alfonso Rueda había anunciado contactos con Madrid en ese sentido, y si bien es cierto que la situación de prolongada interinidad en el Gobierno central no facilita la diligencia administrativa, la cuestión es que sobre ese aspecto nada parece haberse adelantado.

El alcalde compostelano insistía hace unos días en la virtualidad de esa posibilidad como una salida al problema. «Ímola explorar», dijo, con lo que se puede dar por hecho que esa es una cuestión todavía no resuelta, pese a los casi dos años transcurridos desde el último acuerdo entre las tres administraciones con más peso en la puesta en marcha de ese parque: la Xunta, la Diputación y el Ayuntamiento de Santiago.

Raxoi espera que todas las partes fijen su posición en noviembre, «nun sentido ou noutro»

Bugallo no quiere marcarse plazos con el parque de bomberos. «Sobre todo á vista das circunstancias» y con la «historia» que arrastra un proyecto que hunde sus raíces en el arranque de este siglo y que llegó a tener el amparo de todas las administraciones en un convenio en el 2001. Pero lo que sí entiende es que no se puede esperar más. Y en lo que depende del gobierno compostelano, «nós estamos dispostos a pornos con ese labor con carácter inmediato». Y espera que a lo largo de noviembre los demás implicados manifiesten su posición: «nun sentido ou noutro».

Porque, ya sea en un sentido o en otro, con un parque único o con uno comarcal y otro estrictamente compostelano, la capital tiene que resolver. La tasa de reposición de los últimos años ha mermado de forma considerable su plantilla y Raxoi ha de saber en qué marco ha de moverse para mejorar la dotación humana y la material, así como decidir la nueva sede del servicio, porque la actual la precisa la Xunta para cuando construya el nuevo complejo previsto en la actual estación de autobuses.