Dejan libre en unas horas al ladrón de un expositor con joyas y de otros objetos en el casco histórico

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

cedida

El individuo ofreció, hace unos días, mercancía en un local del Toural que fue rechazada

19 sep 2019 . Actualizado a las 14:32 h.

Los 28 kilos del expositor del comercio Galloufa, de la rúa don Vilar, no fue un impedimento para que un individuo lo descolgara de la fachada y emprendiera su fuga a paso normal. Todo ocurrió ayer a las seis de la tarde, «a plena luz del día, y no levantó sospechas de nadie, porque quién va a pensar algo raro de un tipo que va andando tranquilamente con un expositor lleno de joyas», comentó Pilar, la propietaria del establecimiento. La comerciante dijo que no se percató de nada, hasta que una amiga entró en la tienda y le preguntó por el escaparate. «Al salir no daba crédito», e inmediatamente llamó a la policía, y se fue a hablar con los policias nacionales que estaban en una furgoneta en Praterías. «Estando con ellos, recibieron el aviso de que lo habían pillado en San Francisco», explicó. La rapidez hizo que pudiera recuperar toda la mercancía, valorada en 2.800 euros, «porque eran piezas de plata y azabache». El individuo, cuando fue localizado, ya había roto el cristal del expositor, lo que le provocó un pequeño corte por el que fue atendido en el hospital. El expositor de hierro aún no se ha vuelto a colocar en la fachada del local, ya que tendrá que ser reparado, y se está buscando un sistema para evitar futuros robos. 

Al llegar a la comisaria, Pilar comentó que no daba crédito a lo que estaba pasando. El ladrón llevaba consigo un botín considerable, pero «quedó libre en unas horas». Además del expositor, en las mochilas guardaba varias camisetas perfectamente embolsadas, bragas de cuello, botellas de licor y una pieza de queso envasada al vacío de un establecimiento de Porta Faxeira. Además, en el brazo tenía un brazalete de plata y azabache, y varias pulseras de plata. Pilar lamentó que este «tipo se esté paseando tranquilamente por la calle. No es normal». Según pudo comprobar, el hombre llevaba junto a su documentación varios papeles que eran citaciones judiciales por otros robos.

El hombre fue reconocido por otro comerciante de la praza do Toural como la misma persona, que solo unos días antes, le había ofrecido mercancía, y que no le compró al sospechar que se trataba de algo delictivo.