Bugallo no descarta vincular los presupuestos a una cuestión de confianza si no logra pactarlos

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El PP presenta una batería de medidas fiscales para una posible negociación en las que apuesta por la bajada del IBI y ampliar bonificaciones en otras ordenanzas

17 sep 2019 . Actualizado a las 17:05 h.

El alcalde se enfrentará en las próximas semanas a una de las negociaciones más difíciles de sus mandatos en materia económica. Con tan tolo diez concejales en una corporación de 25, Bugallo precisa o del apoyo explícito o de la abstención del PP o Compostela Aberta. Y, al menos los populares, han evidenciado que esa negociación no se puede acotar únicamente al presupuesto, sino que quieren entrar también en la política fiscal. Y no solo para ampliar el espectro de bonificaciones, como demandan los nacionalistas, sino que hacen una apuesta clara por la rebaja del IBI y del impuesto de vehículos, además de promover bonificaciones de carácter social y para incentivar la implantación de industria en la ciudad. 

Su portavoz, Alejandro Sánchez-Brunete, y el responsable del seguimiento de la gestión económica y hacendística, el exconcejal del área con el gobierno de Agustín Hernández, Ramón Quiroga, presentaban precisamente esta mañana una propuesta fiscal que le ahorraría 2,3 millones de euros a los ciudadanos, un ahorro que entienden revertiría en una revitalización del comercio local. 

Bugallo, que ya mantuvo un primer encuentro con el BNG y CA para indagar en las posibilidades de acuerdos para sacar adelante las ordenanzas fiscales y los presupuestos, está pendiente de fijar todavía esa reunión con Brunete, pero se mantiene en que la ciudad no puede asumir ningún retroceso en sus ingresos cuando el Xacobeo y los nuevos contratos del transporte urbano y limpieza van a requerir un mayor gasto, tanto en inversión como en gasto ordinario.

El escenario parece complicado, pero Bugallo no se cierra a la posibilidad de un acuerdo. La rebaja de la carga fiscal no es lo mismo que la merma de los ingresos fiscales, dijo, abriendo una ventana al entendimiento. Que no es lo mismo lo dice también el PP, que adelantó que ya sabe que la totalidad de sus propuestas no son ejecutables en un solo año y que su aceptación total o parcial dependerá de la propia negociación. Eso en el caso de que sea finalmente con el PP con quien Bugallo vea mejores perspectivas. Compostela Aberta de momento guarda silencio sobre su posición fiscal y presupuestaria.

Pero la negociación con una u otra formación, sin descartar incluso un acuerdo que no sea exclusivo, según decía Bugallo hace días, no es su única opción. Aunque prefiere la vía del acuerdo, el alcalde no descarta recurrir a una cuestión de confianza para sacar adelante sus cuentas. Esa fue la figura con la que amagó Martiño Noriega para sacar adelante sus primeros presupuestos y su sucesor asumía esta mañana que no podía descartar esa posibilidad.

«Como alcalde teño a obriga de sacar adiante os orzamentos do Concello, porque non se poden afrontar os retos destes dous anos sen orzamentos», dijo en relación, sobre todo, al Xacobeo y a los nuevos servicios de transporte y limpieza. «Espero que non sexa necesario, pero non o podo descartar», concluyó sobre la posibilidad de vincular los presupuestos a una cuestión de confianza.