La música gallega saca pecho, desde la gaita a las tarrañolas

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

El concierto grande del Compostela TradFest se ganó la ovación popular

27 jul 2019 . Actualizado a las 10:11 h.

El cielo amenaza con lluvias en la capital gallega, pero no hay intención de detener la fiesta. Después de una intensa jornada cargada de conciertos, talleres, bailes abiertos, actividades infantiles, performances, pasacalles, foliones y hasta un auténtico serán, toca el momento del concierto grande del festival Compostela Tradfest. Todo arranca en la Rúa Nova, donde cuarenta músicos de la Banda de Gaitas de Forcarei desatan la fiesta por las calles del casco histórico. El recorrido acaba a pie de la Catedral, en A Quintana. En el palco grande de las Festas do Apóstolo les esperan otros 85 instrumentistas, la Banda de Silleda al completo, una formación cuya historia se remonta a 1888. Y, bajo las órdenes de su director, Rafael Agulló, se unen para interpretar la misma partitura. Juntos, crean nuevas sonoridades a partir de ecos populares. Suena como algo cercano, a pesar de lo poco habitual de esta fusión. Peculiar, pero funciona.

Unos 150 artistas engrandecen el escenario de A Quintana en el preestreno mundial de Os camiños de Breogán, el espectáculo que representará a la música gallega en la apertura del Festival Intercéltico de Lorient del próximo sábado. Es la primera vez que se lleva a escena y se ha escogido como marco la primera edición del festival que organiza La Voz de Galicia, en colaboración con el Concello de Santiago, el Xacobeo 2021 y Galicia Calidade.

Las bandas de las comarcas de Deza y Terra de Montes sirven de hilo conductor para una sucesión de géneros y artistas, anunciados por Vero Rilo, maestra aderezando las presentaciones con cuentos y retranca patria. Alboradas, muñeiras, foliadas... La música gallega saca pecho, desde la gaita a las tarrañolas. Suso Vaamonde hace un recorrido de norte a sur de Galicia, al tiempo que pone en valor siete instrumentos que históricamente han acompañado a panderetas y tamboriles, pero sin tanta pompa. Se arma de zanfoña, birimbao, asubío y de otros pequeños elementos de percusión de la cultura popular.

José Manuel López (Josele) ejerce como embajador de la zarzuela gallega, entre otros sones. El gaiteiro Pablo Seoane hace un guiño a las músicas que llegaron desde ultramar y se incorporaron al repertorio gallego. Notas de swing, boleros o rumba.

El repertorio invitaba al baile y, sobre el escenario, la danza cobró protagonismo de la mano de la asociación cultural Xirandela. Al fondo de la plaza, hay quien sucumbe también en tímidos corrillos.

El detonante definitivo llegó con algunos de los temas más sonados en Galicia, himnos oficiosos como A Rianxeira y el Miudiño. Dos de las voces más carismáticas de estos lares como Davide Salvado y Begoña Lorenzo entonaron estos y otros temas, como el poema de Curros Enríquez Unha noite na eira do trigo. Como lluvia fina van calando y atraviesan la piel. Colaboran con la causa el grupo de pandereteiras Bouba para terminar de sacudir las entrañas.

Despiertan células en estado de hibernación que muchos daban por muertas. Entran en formación y estremecen la médula espinal. El concierto grande del Compostela TradFest acabó al ritmo de la archiconocida Muiñeira de Chantada, ganándose la ovación popular. El público pedía más tras 75 minutos de actuación. «Otra, otra..», reclamaban.

Todavía quedaban los postres en el TradFest, festival que da continuidad al Certame Folk. Las leyendas de la música balcánica y del gypsy brass, Fanfare Ciocarlia, terminaron de espantar la lluvia con sus ritmos frenéticos.

El concierto acabó con la «Muiñeira de Chantada» y el público pidiendo «otra» a su término