El curso escolar empezará en Santiago con otra prórroga del servicio de comedores

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Noriega había dicho que habría concurso a tiempo, pero no hay pliego, afirma Bugallo

25 jun 2019 . Actualizado a las 07:58 h.

El servicio de comedores escolares tendrá que empezar el próximo curso con el contrato vencido y el encargo a la actual concesionaria para que lo asuma durante el primer trimestre. La situación no es nueva. De hecho, el mandato de Martiño Noriega concluyó en esta área como empezó: envuelto en polémica. Después de que el exalcalde asegurase que el nuevo concurso llegaría en plazo, Sánchez Bugallo afirmaba ayer que no hay ni pliego para licitarlo. «Pese a que se nos dixo por activa e por pasiva que estaba preparado», su gobierno tiene que ponerse con premura para aportar uno. Pretende resolver hacia mediados de julio, pero ya asume la posibilidad de que el curso tenga que empezar con prórroga.

En cualquier caso, y ante la urgencia con que se tendrá que dar solución, el nuevo concurso será solo por un año, pensando en estudiar «máis a fondo» posibles cambios para el siguiente que «melloren o modelo actual». «Agora temos que saír co que poidamos» porque «non dá tempo para facer ningún estudo polo miúdo», afirmaba ayer Sánchez Bugallo tras dar cuenta de la apertura hoy, y hasta el 22 de julio, del plazo de solicitud de reserva de plaza y matrícula en los servicios de comedor y madrugadores en la decena de centros públicos de infantil y primaria para el próximo curso.

De momento, sin evaluar el sistema actual y estudiar su alcance y disponibilidad económica, Bugallo no se compromete con ningún modelo concreto, aunque asume que sí hay que mejorarlo dentro de las competencias municipales, porque «non hai que esquecer», dijo, que esta es una competencia de la Xunta.

Licitaciones frustradas

El servicio de comedor no ha dejado de funcionar en ningún momento en los centros de gestión municipal, pero esta no será la primera vez en que haya que prorrogarlo. El mandato de Martiño Noriega arrancó envuelto en la polémica por ese motivo. Bajo la gestión educativa del ahora exedil Manuel Dios, Compostela Aberta llegaba al gobierno en junio del 2015 con la intención de mudar el modelo de comedores, pero sin tiempo suficiente ni para mucha mudanza ni para garantizar que el contrato se activase con el curso. Y así fue.

Empezaba entonces una serie de encargos sin amparo contractual para que Serunión, la concesionaria, continuase con el servicio. La paradoja es que esa firma no se había presentado al concurso del 2015, pero acabó asumiéndolo de nuevo por contratación directa después de dos intentos frustrados de licitación trufados de compromisos incumplidos de Manuel Dios sobre las fechas de regularización de la situación.

Fechas, algunas de ellas, asumidos también por Noriega, aunque el exregidor ya evitó aportar plazos en mayo para el contrato que ahora está en cuestión. El mandato expiraba, y con él el curso escolar, y nada se sabía de la nueva convocatoria. Noriega se limitaba a apuntar entonces que el trabajo de elaboración del pliego estaba «practicamente rematado» y que se llegaría a tiempo con la licitación, en contra de la opinión de la oposición. Y desde CA decían ayer que así era, que el pliego, contratado externamente, está «moi avanzado».

Tras el controvertido arranque de mandato con los comedores, Serunión mantuvo el servicio hasta hoy, aunque con posterioridad ya como adjudicataria por concurso y con la introducción de pequeños cambios por parte de CA, sobre todo de seguimiento. En cualquier caso, lejos de los pretendidos y de los que demandaba la federación local de las ANPA. Algunas de esas mejoras, como la diferenciación clara en la valoración de la calidad sobre el precio, en beneficio de la primera, se introducirían en el pliego que CA dice que estaba avanzado y que Bugallo desconoce.

El Ayuntamiento devuelve la fianza a la adjudicataria de la ludoteca al anularse el contrato

La polémica rodeó a Manuel Dios durante todo el mandato. Y no solo por los problemas con los comedores, por los que el PP pidió su comparecencia en el pleno. También le llovieron las críticas por las prórrogas iniciales de las escuelas infantiles de Conxo y Fontiñas, ante el descontento de los padres con el servicio en la primera de ellas. Pero eso solo fue el arranque del mandato.

Después llegaría el no menos polémico concurso para la contratación de la gestión de la Escola de Música, que derivó en el absurdo de que el Concello se denunciase a sí mismo para demandar la anulación judicial del pliego después de que la única empresa que se presentó no asumiese la subrogación del personal, que el pliego no exigía y solo recogía como mejora. El caso aún colea, como el de la ludoteca, cuya apertura estaba prevista para enero. Ahora carece de fecha. El recurso de dos aspirantes a hacerse con el contrato de actividades terminó con la anulación de la adjudicación y la licitación. La Xunta de Goberno aprobaba ayer la devolución de la fianza a la firma que resultó adjudicataria al no poder ejecutar el contrato.