Bugallo quiere hacer de Santiago un referente en Galicia y en España

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xosé Sánchez Bugallo, durante su toma de posesión
Xosé Sánchez Bugallo, durante su toma de posesión SANDRA ALONSO

Aunque gobernará en solitario, apela a la «corresponsabilidade» de la oposición ante los retos de la ciudad; el primero, el Xacobeo

16 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Xosé Sánchez Bugallo recuperó la alcaldía de Santiago para el PSdeG ocho años después de cedérsela al PP y cuatro años después de que la conquistara Compostela Aberta, cuyo alcalde, Martiño Noriega, le cedió ayer el bastón de mando en un pleno amable en el que no hubo muchas sorpresas; el ocho veces concejal compostelano y cuatro veces alcalde afronta su quinto mandato tras recibir el apoyo de los diez ediles socialistas y favorecerse de la abstención y los votos en blanco de los cinco concejales de Compostela Aberta y los dos del BNG, frente a los ocho votos que recibió Agustín Hernández de las filas populares.

Emocionado ante el nuevo reto que afronta a sus 65 años, Bugallo reconoció que, al menos inicialmente, gobernará en minoría, y que si bien se abren varios escenarios -hacerlo en solitario, acordar una coalición de gobierno o dialogar y negociar con toda la corporación- él personalmente se mostró a favor de esa última fórmula porque, entiende, que «é a que mellor responde aos resultados do 26 de maio».

Reconoció que tiene por delante cuatro años «complexos» en los que Santiago tiene muchos retos pendientes. «Somos unha cidade que crea talento e cústame ver como a xente nova ten que buscar as oportunidades, para facer talento, fóra de Santiago, de Galicia e incluso de España». Por ello dijo que es necesario aprovechar estos cuatro años para «tomar un impulso definitivo», para que Compostela recupere «o prestixio e a presenza a nivel nacional e internacional» y para «facer xuntos desta cidade un referente para Galicia e para España». La primera oportunidad para alcanzar esos objetivos será el año santo 2021, y en su éxito pondrá el regidor su empeño, con la colaboración de todos los compostelanos pero también «coa Igrexa, a Xunta e o Goberno de España». Sin tiempo que perder, anunció que de inmediato pondrá en marcha una comisión de trabajo preparatoria para esa cita que coloca a Compostela en el punto de mira internacional.

Las urnas no le dieron la mayoría, así que Bugallo cree que ese compromiso lo es de todos los concejales de la corporación; cada uno de ellos, en el lugar en que lo hayan colocado los ciudadanos. «É moito máis o que nos une que o que nos separa; ou se me permiten dicilo doutro xeito, únenos Santiago». Por eso insistió en que es una tarea colectiva en la que «todos debemos ceder para acadar acordos en beneficio de Compostela». Si no es así, «perderá Santiago».

No le preocupa el resultado electoral del 2023, dijo. Su compromiso es con este mandato, al que dedicará «toda a miña ocupación». Si es un éxito, el triunfo será «para Compostela», y por eso pidió a los ediles lo mismo que él ofrecía: «Lealdade á cidade, xenerosidade, diálogo e altura de miras; en suma, política, pero política da que se escribe con maiúscula».

Tomaron nota no solo los familiares de los ediles y exconcejales compostelanos, sino también el expresidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; el delegado del Gobierno, Javier Losada; el arzobispo, Julián Barrio; el rector de la USC, Antonio López, y el exministro José Blanco, que se fundió en un abrazo con Losada.