La evaluación de competencias médicas más grande de España mueve a casi 700 personas de la USC en el Clínico

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

Para examinar a 380 estudiantes que van a graduarse en Medicina acuden más de 120 docentes, y además actores y actrices y personal de administración y servicios

12 may 2019 . Actualizado a las 18:43 h.

Entre las 8.00 de la mañana y las 19.00 de la tarde, la Facultade de Medicina de la USC realizó ayer la evaluación clínica objetiva estructurada (ECOE) a 380 estudiantes que están en disposición de graduarse en junio. Es una prueba que deben superar obligatoriamente para obtener el título. Evalúa las competencias necesarias para ejercer profesionalmente: les plantea 20 situaciones clínicas que comprenden desde recibir a un paciene y hacer la historia clínica, hasta efectuar maniobras de resucitación cardiopulmonar, un diagnóstico de un oído o evaluar una situación ginecológica, o informar una radiografía; entre otras. El alumnado trata con actores y actrices que hacen las veces de pacientes; o actúan sobre fantomas (los maniquíes que utilizan también para aprender en las aulas de simulación de la facultad).

La ECOE de Santiago es la más grande de España y mueve casi 700 personas en total. Se concentra en un único día, al poder disponer de hasta 120 consultas distribuidas en tres plantas del edificio de consultas del Hospital Clínico. Además de 380 estudiantes y más de 120 docentes que les evalúan, acuden actores y actrices y personal administrativo. El alumnado se distribuye en tres turnos: entre 8.00 y 11.00 horas, de 11.30 a 14.30, y de 16.00 a 19.00. Otras facultades de España, con menos alumnado, distribuyen esta evaluación en una semana o incluso en más días.

Evaluar la docencia

«Se trata de ver su capacidad para tratar desde el punto de vista práctico a un paciente. Esta es una prueba que se hace en el último año, pero que debe prepararse durante los seis cursos que dura la carrera», afirma José Carreira, vicedecano de la facultad.

Junto con Victor Arce, también del equipo directivo de Medicina, detalla que el alumnado trabaja de forma práctica con fantomas toda la carrera. A partir de tercero empieza a realizar prácticas en los hospitales del Sergas y en 120 centros de salud de atención primaria. Ahora, en la ECOE deben demostrar lo aprendido y que están en condiciones de ejercer. La práctica totalidad de este alumnado, cuando obtenga el título empezará a preparar el mir para poder especializarse, pues esa es la mejor salida profesional, indican.

El decano de la Facultad de Medicina, Julián Álvarez Escudero, resalta que «tenemos que sacarle más rendimiento a la ECOE. Porque esta prueba no solo evalúa al alumnado: es fundamental para evaluar la docencia y comprobar donde tenemos que mejorarla. Porque nos permite tener datos de donde hay una mejor formación y donde hay más problemas. Si estudiantes que han hecho prácticas en un hospital determinado interpretan muy bien las radiografías de tórax, y los que han estado en otro no, hay que ver a qué se deben esas diferencias. Es un sistema muy potente para que la Facultad de Medicina pueda mejorar», manifiest. De hecho, agrega «hay propuestas incluso de convertir el mir en una ECOE; pero es más difícil, por el problema de la variabilidad de las calificaciones, más subjetiva que un examen tipo test; el test será injusto, pero resulta más objetivo».

Tras aprobar, preparar el mir

Entre quienes se examinan por la mañana están Andrea de Castro, de A Coruña; Marta Costas, de Vigo; Julia Costas, de Ferrol; y la venezolana Marianna Barletta. Las tres primeras comenzaron a las 8.00 de la mañana, y a las 10.05 habían superado 12 de las 20 pruebas. Coincidían en valorar que estaba resultando bien la experiencia, y que «a nosotros nos falta hábito para preguntar cosas rutinarias. Y lo más difícil es perder la vergüenza a preguntar lo que sea a un paciente; a aplicar el conocimiento adquirido, no tener miedo a establecer una hipótesis diagnóstica», manifestaba Andrea. Marta y Julia indicaban que en alguna de las pruebas, por los nervios, han tenido situaciones de bloqueo momentáneo, pero que han superado. Valoraban que los 6 créditos que se les conceden por la ECOE, asociados al trabajo de fin de grado, son pocos: «el trabajo de fin de grado es una investigación, y quizá la ECOE tendría más sentido valorarla con la práctica clínica, y que valiese más de 6 créditos», refiere Julia. «En la ECOE a veces es fácil agobiarse, porque ves cómo te están mirando y anotando lo que haces para evaluarte», señala Marta. Marianna ha tenido que venir a Santiago para realizar esta prueba, pues este curso está de erasmus en Nápoles: indica que inició la carrera en Venezuela, donde estudió cinco cursos; no consiguió que le convalidasen estudios en Italia, y en Santiago le convalidaron casi cuatro. Tras su experiencia considera que «en Latinoamérica los estudios de Medicina tienen más práctica; y en Europa he comprobado que hay más práctica en Santiago que en Nápoles». Las cuatro alumnas de último año confirman que cuando tengan el título se concentrarán en preparar el mir para optar a una especialidad.