La USC busca sentar jurisprudencia sobre los contratos predoctorales

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Recurre al Supremo una sentencia para forzar un criterio único sobre la indemnización

06 may 2019 . Actualizado a las 13:50 h.

«Esta é unha decisión que a Universidade non só acata, senón que pode considerala moi razoable». A lo que se refiere el gerente de la USC, Javier Ferreira, es a la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a raíz de una denuncia de CC.OO. que falla que los contratos predoctorales con cargo a convocatorias públicas -en este caso de la Xunta- tienen derecho a indemnización. Pero los fallos del tribunal gallego no sientan jurisprudencia. Por eso, y a pesar de que la USC se muestra favorable a la decisión del TSXG, recurrirá la sentencia al Supremo. ¿Para qué? Para sentar jurisprudencia y así forzar un criterio único sobre la indemnización por extinción de contrato de un colectivo que fluctúa, pero que según los datos de la Asemblea de Investigadoras de Compostela (AIC) está compuesto por entre 250 y 300 personas.

El TSXG cree que hay que pagarla, pero el estatuto del personal investigador en formación que acaba de aprobar el Gobierno no contempla esa indemnización. Ferreira califica el momento como «voluble». Y además, el pronunciamiento del tribunal europeo que cita la sentencia parece añadir más incerteza. Esa es una de las razones por las que la USC quiere forzar un pronunciamiento judicial que de una vez por todas dé seguridad. Eso, y visibilizar otro problema: el de la falta de recursos para hacer frente a estas indemnizaciones. «Eses recursos só poden vir de quen financia estes contratos, que son o Estado e a comunidade autónoma», dice Javier Ferreira. La USC recurre para que no se quede solo en un problema de la USC.

Este es uno de los principales puntos de crítica de la AIC. Fran Prieto, portavoz, recuerda que la financiación de la ayuda es pública y establece un mínimo que hay que pagar. A partir de ahí, es la universidad la que tiene que costear las retribuciones. «Se a USC quere que se faga cargo a Xunta e o ministerio paréceme respectable, pero a entidade contratante é a USC», afirma. Los cálculos de la AIC hablan de indemnizaciones en una horquilla de entre mil y 2.000 euros. «É unha cuestión de vontade», dice Prieto.

«Suplementar este financiamento tería que ser con recursos propios, que no plan de financiamento non son suficientes nin sequera para cubrir o incremento da nómina» de la plantilla estable, dice el gerente. Se queda en el 70 %. «Se engadimos os incrementos deste colectivo e estes finiquitos seguimos afondando na situación precaria», lamenta Ferreira.

«Actualmente somos man de obra gratuíta»

 

 

«Non somos bolseiros, iso é importante». Así que mejor empezar por lo importante. Un investigador predoctoral no es un becario, aunque su contrato se financie con una ayuda de la Xunta o del Gobierno. Y no todos los que hacen la tesis tienen contrato -en la USC el curso pasado había casi 2.800 doctorandos- «e están xerando produción científica gratis para a universidade», dice Laura Camino, que acaba de terminar su contrato FPU en Filoloxía. La palabra explotación surge durante una conversación entre cuatro jóvenes investigadores que van desgranando un rosario de situaciones que han conocido porque todos aquellos que producen para la USC, sea con contrato o sin él, por fin hacen lo que están haciendo delante de unos cafés con La Voz: hablar. «Dende que estou na asociación, daste de conta de que hai problemáticas que parecían impensables», dice Suso Conde, de Matemáticas. Allí aparecen situaciones como hacer un artículo que luego también firman otras personas. «Eu nunca tiven que facer traballo persoal do meu titor, pero hai xente que si», comenta Aldara Cidrás, con una ayuda autonómica en Historia.

«É bastante indicativo da precariedade da universidade que nós somos os privilexiados». Cobran. «Pero o discurso de ser afortunados de dañino, porque fai que nos conformemos e a situación é moi precaria», dice Sabela Mallo, con una FPI en Psicoloxía. Son mileuristas. Su contrato está financiado por las administraciones. «Actualmente somos man de obra gratuíta para a Universidade e aínda por riba teñen un plus por que nós esteamos facendo a tese», apunta Cidrás, que va más allá. Hasta pagan. Laura se costeó una estancia de investigación en Alemania. Y hay quien se paga la asistencia a congresos.

Además, son algo así como una tirita para tapar la herida que es esa precariedad. Los doctorandos funcionan como alivio de la sobrecarga. Estos cuatro científicos hablan de doctorandos llevando toda la carga de las prácticas, corrigiendo trabajos, atendiendo tutorías.