El acusado de apuñalar a un camello en A Pobra que le vendió coca falsa sale de prisión tras alegar toxicomanía

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

La Audiencia de Santiago le suspende la pena porque indemnizó con 5.000 euros a la víctima y sigue un tratamiento de desintoxicación

02 may 2019 . Actualizado a las 22:26 h.

El acusado de apuñalar al camello que le había vendido 15 euros de cocaína porque era falsa ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que abandonará de inmediato su internamiento en la prisión de Teixeiro, en la que cumplía prisión provisional desde el 10 de abril del 2018, dos días después del incidente que tuvo lugar en la calle Gavoteira de A Pobra do Caramiñal.

El procesado ha recuperado la libertad tras rebajar la Fiscalía la pena que solicitaba para él de nueve años a solo cuatro y tres meses. Tal reducción ha sido posible porque le han aplicado dos atenuantes: la de drogadicción y la de reparación del daño, ya que su víctima ya ha recibido la indemnización de 5.000 euros que le reclamaba como compensación por las lesiones y las secuelas que le dejó el ataque en forma de cicatrices en varias partes del cuerpo.

En cuanto a la drogadicción, el acusado ha acreditado que llevaba años consumiendo cocaína y que era dependiente, por lo que la falta de esta sustancia anuló su voluntad y provocó que atacase al vendedor de droga cuando comprobó que la sustancia que le había entregado no era auténtica.

El acusado ha aceptado todos los hechos y ha admitido que le propinó varias puñaladas al camello y que solo se detuvo cuando este aceptó devolverle los 15 euros que le había entregado a cambio de una cantidad no especificada de cocaína. También que le dejó allí malherido y abandonado y que solo la intervención de un viandante y de la Policía Local evitaron males mayores. Por ello, la acusación ha sido por asesinato en grado de tentativa.

La pena, además de reducida, ha sido suspendida por el tribunal. Eso sí, en los próximos cinco años el acusado no solo no podrá volver a delinquir, sino que tendrá que seguir sometiéndose a un tratamiento de desintoxicación que ya ha iniciado en la cárcel, algo que aceptó con un taxativo «me ha quedado claro». Tampoco podrá acercarse a menos de 300 metros de su víctima durante los cuatro años y tres meses de condena.