Bob Dylan se asegura el buen comer en Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Jesús Diges

El legendario músico llegará a la ciudad junto a cuatro tráileres de material y otros tantos buses con sus músicos, técnicos y su propio chef, quien preparará la comida con producto local fresco

27 abr 2019 . Actualizado a las 23:06 h.

Pamplona, Bilbao, Gijón, Santiago. Esta es la ruta que tiene fijada en el GPS Bob Dylan y su troupe, formada por cuatro tráileres cargados de material y otros tantos buses (sleepers, con camas) en los que van los músicos, técnicos y otros profesionales. En total, cerca de 40 personas. El legendario músico y poeta de Minnesota dará un concierto el lunes en la capital gallega, el tercero en los últimos 20 años, dentro de una nueva gira por España que arranca con cuatro actuaciones en solo cinco días. Que no se diga que a sus 77 años ya no está para esos trotes.

Aunque en el imaginario colectivo abunda la imagen de los roqueros unida al descontrol, nada más lejos de la realidad. Él no fuma ni bebe, dicen. Y, con más de medio siglo dando guerra sobre los escenarios, a estas alturas no está para cometer errores de novato. Viajar con su propio chef es una fórmula segura para no jugársela con la alimentación cuando uno va de allá para acá, de concierto en concierto. Menos aún, si se sigue una rígida dieta, como Bob Dylan, a raíz de una histoplasmosis que lo tuvo hospitalizado en 1997.

Entre las peticiones curiosas que ha hecho el equipo de Dylan para su estancia en Santiago, está que personal de la productora los acompañe el mismo día del concierto al mercado para hacer una compra. Al parecer, es algo habitual. El músico valora el producto fresco y local y en Compostela lo tiene más que asegurado. Al margen del rumor que pulula sobre su condición de vegano, lo que está claro es que da importancia a la alimentación, no solo como para tener su propio cocinero, también como para pedir que se instale la cocina al lado de su camerino en Sar.

El Multiusos no es un ruedo nuevo para el cantante y Nobel de Literatura. Ya lo pisó en su primer concierto en la capital gallega, en 1999. Esta vez, contará con un escenario de 20 metros de ancho por 12 de fondo, en una actuación en la que trabajarán medio centenar de gallegos, además de las personas que viajan con el autor de Like a Rolling Stone.

Últimas butacas libres

Cerca de 5.400 personas asistirán al concierto del lunes en Sar. Agotadas las primeras 5.000, la organización amplió el aforo luego por ajustes de producción, tras concretar la parte técnica. De esas últimas 400, ayer por la mañana solo quedaban algo menos de 40 de localidades libres, entre la cuarta y la octava fila. Las más caras (a 132 euros), por estar delante de todo y en el centro. Serán de los que más se acerquen a Bob Dylan, un músico escurridizo y receloso de su intimidad que, aún así, de vez en cuando se deja ver por las calles de las ciudades que visita. No se ha podido confirmar si en Santiago se quedará unos días. El siguiente parada en el GPS de la gira de Dylan es Sevilla, el viernes, esta vez con cuatro días de margen.