La Via da Prata se estanca y fue el único que perdió peregrinos en cuatro años
31 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En espera de cerrar el primer trimestre del 2019, el análisis de los últimos años de las rutas jacobeas a Santiago permite constatar una situación totalmente divergente entre las que atraviesan Deza y Tabeirós. Mientras el Camiño de Inverno crece de forma exponencial desde el 2015, reforzado después por la oficialización de este recorrido, la Vía da Prata se ha estancado y figura como el único que perdió peregrinos en el 2018 mientras en el conjunto de las rutas hubo crecimiento en Galicia, en concreto del 8,5 %. Desde el 2015 se ha dejado más del 1 % de caminantes.
Durante ese mismo período de tiempo el Camiño de Inverno ha dado un salto espectacular en sus cifras, tras pasar de tan solo 222 peregrinos en el 2015 a los 703 que escogieron esta ruta el pasado año, lo que supuso un crecimiento comparativo entre esos dos ejercicios del 216 %. El punto de inflexión se produjo entre el 2016 y 2017, con un salto significativo desde 287 a 555.
La Vía da Prata ha vivido más altibajos durante estos cuatro años, resultando significativa la caída del 2015 al 2016, de 9.221 a 9.067 peregrinos, para repuntar ligeramente en el 2017 y volver a caer el pasado ejercicio. Ese descenso tiene una repercusión significativa sobre la economía local, en este caso de los municipios dezanos de Dozón, Lalín y Silleda además de A Estrada, por donde discurre esta ruta. La Universidade de Santiago de Compostela (USC) elaboró un estudio donde se cifra en 50 euros el gasto medio al día por cada peregrino, incluyendo tanto el alojamiento como la manutención. Por tanto a menos peregrinos menos ingresos en distintos sectores sobre los que repercute de forma directiva, principalmente hostelería y albergues.
La cara positiva de la moneda la protagoniza el Camiño de Inverno, que en la zona discurre por Rodeiro y Lalín. La oficialización está impulsando que cada vez más peregrinos se decanten por esta ruta, aunque sigue siendo la cenicienta en Galicia, muy lejos del Camino Francés, que ostenta el liderazgo con mucha diferencia entre las principales vías para llegar a la capital compostelana. Una opción que sobre todo gana adeptos en la época de primavera y verano. Entre enero y febrero optaron por ella 29 personas frente a 23 en el ese período del 2018. Mientras, en la Vía da Prata fueron 117 los peregrinos de los dos primeros meses del año, 159 en el 2018.
Un proyecto surgido en Lalín busca dinamizar las dos vías por la zona a Compostela
El papel que juega el fenómeno de la peregrinación como dinamizador económico todavía puede dar pasos y un mayor crecimiento. Hubo brotes verdes con la aparición de albergues u hoteles privados que completen la oferta pública, así como proyectos para mejorar estas últimas instalaciones. En estos días se está ejecutando una mejora integral del albergue de A Laxe en Bendoiro. Lalín está copando esas iniciativas particulares en los últimos tiempos, mientras en Rodeiro todavía no surgió ninguna iniciativa al calor del Camiño de Inverno.
La dinamización de estas dos rutas también encontró impulso con la creación de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago Lalín-Deza. Entre sus iniciativas figura un ambicioso proyecto que comenzaría a desarrollarse en junio y para el que se busca financiación. Su ejecución completa supondría un coste de 15.000 euros. El programa, a desarrollar con Roteiros de Lalín, arrancaría en junio su primera fase, hasta octubre, con conferencias y presentación de informativos, para realizarse después diez etapas del Camino de Inverno. Además, se editaría una revista impresa y digital. La segunda fase se iniciaría en noviembre con las cuatro últimas etapas de esa ruta jacobea, así como nuevas conferencias y otras actividades para cerrar el programa en abril del 2020.
Lalín, dous Camiños, un destino pretende no solo promocionar las dos rutas de peregrinación por la zona sino también ahondar en su conocimiento histórico a través de estudios de investigación.