El peso de los salarios en el PIB local sigue sin recuperar los niveles precrisis

Mario Beramendi Álvarez
Mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

La precariedad laboral marca el escenario de crecimiento económico en Santiago

11 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los últimos datos sobre renta municipal divulgados por el Instituto Galego de Estadística (IGE) muestra que, pese al crecimiento económico y la mejoría del empleo, el peso de los salarios en la economía local compostelana sigue sin recuperar los niveles previos a la crisis. En diciembre del año 2010, Compostela contabilizaba, según la Encuesta de Población Activa (EPA), 45.600 ocupados, 300 menos de los estimados en el mismo mes del 2016, y la remuneración de los asalariados aportaba al Producto Interior Bruto (PIB) local 1.348,5 millones de euros. Seis años después, las rentas del trabajo, con una cifra muy similar de ocupados a la del 2010, contribuían a la riqueza local con 1.259,3 millones. Esto es, 89 millones menos. Dinero contante y sonante que no está en los bolsillos de los hogares, ni circulando en la economía compostelana, con el impacto que eso tiene en el consumo y en la evolución de un sector clave, como es el comercio.

La pérdida de peso de los salarios en el conjunto del PIB local en un contexto de recuperación obedece, en gran medida, a la profunda devaluación del mercado laboral, que se inició en el 2012, con la reforma, y que sigue vigente pese al crecimiento de la economía. Los datos aportados por el INE muestran, por ejemplo, que las cotizaciones sociales en el ayuntamiento compostelano suponían 391,8 millones en el 2010 y que, seis años después, con 300 ocupados más, ascendían a 377. Es decir, 14,7 millones de euros. Justo la tendencia contraria es la que muestra el peso de las prestaciones que, en el mismo período, pasan de 383,1 a 456,8 millones, un aumento del gasto de casi el 20%, consecuencia, en gran medida, del galopante envejecimiento poblacional.

Cada vez hay más pensionistas, y la proporción entre los que aportan al sistema y los que se benefician de él se encuentra más desequilibrada. Sobre todo si a esto se suma que quienes trabajan lo hacen en peores condiciones que quienes dejan de hacerlo por edad. Esto explica, además, otra paradoja: que la recaudación de la Seguridad Social caiga a pesar de ganar cotizantes.

Concellos con mayor renta

El último informe sobre renta municipal del IGE revela que Oleiros, con una renta por habitante de 21.866 euros en el 2016, es concello gallego con mayor riqueza. Un liderazgo que se explica porque es el lugar de residencia de las grandes fortunas de Inditex. Su renta es un 56 % superior a la media gallega. Sin embargo, hay otros cinco municipios en los que se supera en 15 o más puntos a la media, y son Bergondo, Santiago de Compostela, A Coruña, As Pontes y Ourense. Lugo, Nigrán, Teo y Pontevedra están entre los diez ayuntamientos que cuentan con una mayor renta por habitante.

El informe del instituto estadístico también aporta información sobre la relación entre cotizaciones sociales y prestaciones, es decir, en que medida las pensiones y los subsidios, por ejemplo, de cada ayuntamiento estarían cubiertas por lo que aportan los trabajadores ahí empleados. A nivel de toda Galicia, las cotizaciones sociales cubren el 65,4 % de las prestaciones generadas, pero solo en siete ayuntamientos son mayores que las prestaciones recibidas por los residentes. Es el caso de Ames, Oroso, Oleiros, Culleredo, Cambre, Arteixo y Teo. Un grupo en el que hay tres concellos limítrofes con Compostela, encuadrados en su comarca, y que, diferencia de Santiago, no están tan envejecidos.