Tráfico elimina uno de los puntos más conflictivos de la ciudad creando dos carriles independientes para mejorar la seguridad y evitar los atascos
03 mar 2019 . Actualizado a las 01:05 h.Los conductores que cada día circulan por el enlace entre la avenida de Lugo y la SC-20 amanecieron con una agradable sorpresa. El departamento de Tráfico del Concello de Santiago ha reordenado de madrugada este conflictivo punto negro de la red viaria municipal en el que el riesgo de accidentes era muy alto. La solución ha sido tan efectiva como ingeniosa y barata, porque el problema ha quedado resuelto sin más inversión que un poco de pintura blanca con la que se han creado dos carriles únicos diferenciados, una amplia isleta central y un carril de incorporación para los vehículos que vayan a girar a la derecha para acceder a la calle Batalla de Clavijo.
La reforma del enlace pone fin a una situación tan común hasta ahora como peligrosa. Los conductores que accedían a la SC-20 desde la rotonda de la calle Torrente Ballester se encontraban con un carril de incorporación en el que debían ceder el paso a los vehículos que bajaban por la avenida de Lugo. Aquí el tráfico es intenso y las velocidades empleadas comúnmente superan los 50 kilómetros por hora a los que está limitada la vía, por lo que la maniobra era complicada y arriesgada. El resultado es que se formaban largas colas que con frecuencia agotaban la paciencia de no pocos y encendían su picaresca, por lo que optaban por saltarse la línea continua.
El nuevo diseño, con el simple pintado de líneas continuas, diferencia entre dos carriles independientes. Uno para los vehículos que acceden a la SC-20 desde la rotonda de Torrente Ballester y otro para los que lo hacen desde la avenida de Lugo. Ambos tráficos quedan así ahora divididos por una amplia isleta central en la que se ha situado un pequeño carril de incorporación para los conductores que necesiten girar a la derecha para acceder a Batalla de Clavijo.
La reforma ha sido ideada y ejecutada desde el departamento de Tráfico del Concello, que ha solicitado información y opinión a los expertos con que cuenta la Policía Local de Santiago. La iniciativa partió del gobierno local de Compostela Aberta y es similar, por el tipo de actuación que se ha llevado a cabo, a la intervención en la avenida de Castelao. En ese caso, también se modificó la distribución de los carriles para eliminar el doble de subida. Así, y con la colocación de cojines berlineses en varios puntos de la vía, se logró reducir la velocidad media de los coches y poner fin a los atropellos, algunos de los cuales se habían saldado con heridos graves e incluso con algún fallecimiento.
Los conductores tendrán que acostumbrarse al profundo cambio en una de las vías con más tráfico diario de la ciudad, aunque a primera vista la solución ha sido bien acogida porque pone fin a un punto negro en el que cada día los usuarios se arriesgaban a sufrir un accidente. Durante toda la jornada de ayer la circulación fue fluida en todo momento, incluso en las horas punta, y el nuevo diseño evidenció las notables ventajas que conlleva tanto para evitar retenciones como para mejorar la seguridad.
El nuevo diseño favorecerá la salida de vehículos desde el Multiusos
los días que juegue el Obradoiro
El punto en el que la avenida de Lugo conecta con la SC-20 ?que lleva el mismo nombre en esta zona? no es solo uno de los de mayor densidad de tráfico de la red viaria compostelana, sino que además es fundamental para canalizar buena parte de la circulación los días en los que el Obradoiro juega en el Multiusos de Sar. De hecho, la conflictividad del tramo hacía que, tras los partidos, la Policía Local llegase a destacar hasta a dos patrullas en la zona para regular el tráfico y evitar los frecuentes atascos que se formaban, así como también para prevenir colisiones.
A la espera de ver cómo funciona el nuevo diseño hoy, ya que el Obradoiro recibe en Sar al Breogán de Lugo en un encuentro en el que habrá una gran afluencia de público, todo hace pensar que la división de los carriles y lo sencillo que es ahora la incorporación a la SC-20 desde la rotonda de la vía Gonzalo Torrente Ballester pondrán fin a los problemas que se registraban. La reforma no solo mejorará los flujos de tráfico desde la zona de Fontiñas hacia el centro de la urbano, sino también la salida de la ciudad hacia Milladoiro y la carretera de Ourense.