Los alumnos de Farmacia se manifiestan por las obras

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

La protesta coincidió con la reunión en la que el consello de goberno de la USC dio luz verde a la demolición del edificio de la facultad

01 mar 2019 . Actualizado a las 08:21 h.

Aunque ya están en marcha las actuaciones para acabar con los graves desperfectos y los problemas de contaminación por hidrocarburos detectados a raíz de las obras en la facultad de Farmacia, los alumnos se manifestaron ayer para llamar la atención sobre los perjuicios que está situación les está provocando desde hace años. Cursos enteros desplazados a otros edificios, problemas para compaginar horarios, y lo que es más grave, la exposición a los efluvios de un depósito de hidrocarburos llevaron al grupo de gobierno a tomar la drástica solución de derribar el edificio central, una iniciativa aprobada ayer por el consello de goberno a la que hizo referencia el rector en un acto público en el que reconoció que va a ser necesario buscar vías de financiación para una obra que se complicó mucho más de lo previsto, pero que ahora, una vez encauzada, trabaja con el horizonte de este mandato y, a corto plazo, con la posibilidad de que al menos los que se incorporen al grado el próximo curso puedan hacerlo ya en las dependencias propias de Farmacia.

En la mañana de ayer, los estudiantes se manifestaron para recordar, con pancartas, que llevan años sufriendo las consecuencias de las obras y del foco de contaminación por el depósito de hidrocarburos que hay bajo el edificio central, por la toxicidad, por las condiciones de los laboratorios y por la constatación de que hay cursos enteros que finalizarán el grado sin haber pisado nunca las aulas originarias, desplazados siempre por otros centros.

En la misma mañana en que los alumnos visibilizaron su situación, el consello de goberno le dio el visto bueno a la demolición de la parte del centro afectada. El rector informó de que sería «arriscado e custoso» proyectar otro tipo de solución. Por ello, la Universidade solicitará en breve un proyecto de demolición para el aulario de la facultad, que coincide con el frontal del centro, a fin de conocer con exactitud el coste de la acción, que se prevé amortizar en siete años teniendo en cuenta «o aforro de 250.000 euros para a Universidade que supoñen 5.500 metros cadrados menos de mantemento».

También se encargará un estudio sobre el estado de los tres edificios restantes que componen el conjunto de la facultad para rehabilitarlos y convertir uno de ellos en un espacio docente con aulas y laboratorios. Pero «o máis inmediato será esgotar todas as posibilidades de descontaminación, comezando por un método menos agresivo e custoso» que los probados hasta ahora.