Francisco Cebreiro: «Losada Sotomayor fue el factótum del dinero en Santiago entre 1745 y 1775»

Vino de París a recoger el V Premio Valentín Paz Andrade a la mejor tesis doctoral en Economía de Galicia 2018, que convocan conjuntamente el Instituto Universitario de Estudos e Desenvolvemento de Galicia (IDEGA) y el Consello Económico y Social de Galicia. Francisco Cebreiro Ares (Santiago, 1990) señala que a través del estudio de la moneda y el crédito entre los siglos XVIII y XIX se constata la relevancia de los fenómenos monetarios en Galicia, objeto de su trabajo distinguido. «Las fuentes en el XVIII son en general muy abundantes, pero el problema sería más bien poder trabajar de forma coordinada con un grupo de personas para lograr beneficios exponenciales. Esto es muy claro en fuentes como los protocolos notariales, que son indispensables para la historia socioeconómica», según explica Cebreiro, quien actualmente realiza una estancia en la Universidad de la Sorbona y valora el premio como una gran sorpresa, un honor y un balón de oxígeno para continuar trabajando.

La Soborna, dice, es uno de los centros más importantes del mundo en Historia y Ciencias Sociales. «Por otro lado, creo que se encuentra, como la mayoría de universidades de Europa, en un proceso de cambio humano muy grande, también entre el modelo europeo clásico y el anglosajón. Lo cierto es que a mí me permite multiplicar el potencial de mi trabajo», añade. El investigador santiagués está «entusiasmado» con su vida en la capital francesa: «París es el mayor centro de movimiento docente del mundo. Ahora bien, la universidad parisina no te recibe, si piensas que van a venir a buscarte a casa, estás muy equivocado; pero, si te implicas, te devora en el mejor sentido de la palabra».

Cebreiro también aprovechó la fugaz visita a su ciudad para dictar una conferencia en Mazarelos, invitado por la Asociación de Antigos Alumnos e Amigos da USC, donde glosó la figura del banquero compostelano Losada Sotomayor. «Durante al menos treinta años, entre 1745 y 1775, fue el factótum del dinero en Santiago. Tras haber participado en el gran comercio del Galeón de Manila y el Virreinato de La Nueva España, se introdujo en todos los recovecos de la economía y sociedad compostelanas. Sus principales deudores eran el propio monarca, los nobles de la zona y los particulares de la ciudad. Del total del dinero repatriado vía herencias a Santiago durante este período, el 87 por ciento pasa por las manos de Losada. Es un indiano antes de los indianos. En este sentido, fundó varias escuelas en su memoria, y de otros comerciantes, e hizo una fortísima donación para la supervivencia del Hospital de San Roque que, en 1780, estaba sumido en una profunda crisis».

Comparado con otro banquero histórico, mucho más popular y cercano, Olimpio Pérez, Losada encarna el final de una época, mientras que Pérez representa el nuevo tipo de banquero del s. XIX, que vive la época de la Revolución Industrial, según aclara Cebreiro. «Pero sí comparten ser el centro monetario de la ciudad, así como la administración de los dineros de los emigrantes», matiza.

En referencia a la innovación en su campo, indica que la investigación cambia con los hombres. «Creo que el camino es dotar de un mayor dinamismo dialéctico a la perspectiva estructural y cuantitativa que se desarrolló en los años setenta, sin olvidar a los sujetos particulares y grupos que actúan en la historia», según explica. Por otra parte, cree que las humanidades deben ocupar el lugar que han ocupado siempre, pero sin olvidarse de mirar por la ventana: «Las humanidades han sido siempre la comprensión del hombre con su entorno. Mientras los investigadores seamos sensibles a lo que ocurre en nuestro entorno, seremos ciudadanos útiles, con o sin ordenador».

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