La siniestralidad laboral se redujo un tercio en Santiago y su área en una década

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

CARMELA QUEIJEIRO

El año pasado se contabilizaron 2.363 accidentes, una media de seis al día, lo que supone tres menos que en el 2008

17 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una media de seis siniestros laborales cada jornada del año pasado en Santiago y resto de municipios del área. Una cifra que supone un tercio menos que los registrados hace una década, cuando el valor superaba los nueve. En el 2018 fueron 2.363 accidentes contabilizados en el puesto de trabajo, según los datos facilitados por la Consellería de Economía e Industria, frente a los 3.437 en el 2008. Una reducción en cifras globales en la última década que, sin embargo, también tiene sombras. En el pasado ejercicio cinco personas murieron desarrollando su actividad laboral cuando diez años antes habían sido únicamente tres. Otra cuestión que rebaja el optimismo es el ligero repunte que se ha estado produciendo, puesto que respecto al 2017 hubo un aumento de sesenta accidentes. Además, en los dos últimos años se ha vuelto a superar la barrera de los dos mil en toda el área.

En esta comparativa de la evolución de la siniestralidad -en la que también hay que tener en cuenta la mayor vitalidad del mercado laboral hace una década-, destaca la reducción en un total de 520 siniestros en Santiago, lo que supone un 29 % menos. También descendió de manera importante, en cifras absolutas, en Ames, con 117 incidencias menos; y en Teo, donde hubo una caída de 74. Porcentualmente, destacan los casos de Frades, Brión y Vedra. Aunque la tendencia mayoritaria es a la baja, hay excepciones, como es el caso de Boimorto, Touro, A Baña, Santiso y Santa Comba, especialmente en este último, en el que durante el año pasado se produjeron más accidentes laborales que en el 2008.

Por otra parte, analizando los datos del 2018, la mayoría de los siniestros que sufrieron los trabajadores de la zona fueron de carácter leve: 2.314 de los 2.363 totales, lo que supone un 98 %. En cuanto a los graves, fueron 44, diecisiete de ellos en Santiago. El restos de municipios se quedaron por debajo de los cinco. En Padrón -el segundo ayuntamiento con mayor siniestralidad laboral después de Santiago pese al importante descenso que registró respecto al 2017-, hubo cuatro graves; y en Touro y Rois, tres. Por su parte, en Melide, Negreira, Ordes, Santa Comba y Teo dos trabajadores sufrieron heridas de importancia.

Después de Santiago y Padrón, el municipio con un mayor número de siniestros el año pasado fue Ames, seguido de Santa Comba -son los únicos que superan el centenar-. Esto supone un cambio respecto al 2008, cuando por detrás de Compostela estaba Ames. Frades es el que menos incidentes contabilizó.