A una semana de las obras en la Catedral

P. Calveiro / m. Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

La mudanza llega hoy a su parte más delicada con la retirada de los confesionarios, que serán embalados

01 feb 2019 . Actualizado a las 11:54 h.

La Catedral de Santiago está desde ayer de mudanza para liberar el espacio para acometer las obras en el interior de la basílica. Los operarios se afanan estos días en retirar o proteger el mobiliario, viacrucis y otros elementos con textiles y plásticos. Todos los objetos históricos de tipo patrimonial, incidió Daniel Lorenzo, director de la Fundación Catedral, han sido reubicados en espacios del entorno, mientras que el resto se llevará a unos almacenes alquilados por el cabildo, donde permanecerán un año, como mínimo. Dentro de los trabajos previos, antes de meter pico y pala, se están haciendo también catas en las distintas zonas que se intervendrán. Con ellas, se conocerán los posibles daños en la policromía de la tribuna, por ejemplo, y determinarán los morteros y elementos presentes en los paramentos para discernir, en función de los resultados, cómo intervenir.

«Hay una serie de elementos que es necesario conocer ahora, antes de actuar. No será hasta la primera semana de febrero cuando entren los elementos de obra en marcha», señaló Lorenzo.

De acuerdo al proyecto inicial, que podría cambiar en virtud de cómo vayan avanzando las obras, estas comenzarán paralelamente en dos zonas, en la más próxima al Pórtico y en la girola, para ir avanzando hacia el altar mayor. El último paso sería el crucero. Estéticamente, el cambio será el que ya se puede ver en los paramentos intervenidos que rodean a la obra del maestro Mateo. Aunque, avanza Lorenzo, es una «obra compleja» que afecta también a carpintería y rejería, cuyo fin último es restaurar los elementos dañados por las humedades y el tiempo.

En la jornada de ayer se procedió a retirar los bancos de madera de las naves centrales y laterales, lo que ofreció una imagen inusual del templo. A primera hora de la mañana los camiones de Mudanzas Alfonso López llegaron a la Quintana para cargar los muebles y llevarlos a una nave industrial del Polígono do Tambre.

El propio Alfonso López explicó que la parte más delicada de los trabajos llegará cuando comiencen a cargar los confesionarios, que deberán ser retirados con sumo cuidado, ya que pueden estar dañados por polilla, y otros requieren un embalaje más cuidadoso para evitar daños en las piezas más pequeñas y delicadas. La previsión es que todo el vaciado de la basílica se termine de realizar hoy, pero se reservó un tercer día, por si fuera necesario.

Durante la mañana de ayer, los trabajadores de la Catedral desmontaron los altavoces y las pantallas de televisión del templo. Y también se vaciarán algunas capillas, aunque esos espacios no sean objeto de restauración, por una cuestión práctica.