El exalcalde Xerardo Estévez alabó en su funeral la labor que hizo en la gestión cultural de la ciudad
29 ene 2019 . Actualizado a las 10:19 h.Las más bellas palabras y un largo y cerrado aplauso despidieron ayer a Chicho Losa en el tanatorio de Boisaca. Xerardo Estévez (PSdeG-PSOE), del que fue su mano derecha en Raxoi entre 1983 y 1991, dijo de él que «tróuxolle a Compostela á alegría que necesitaba aquela cidade» y alabó su magnífica gestión cultural tanto en su etapa como concejal como después, entre 1991 y 1995, como asesor de Cultura del Concello. De él recordó su conexión con la juventud y los universitarios y sus «toques de audacia» que permitieron transformar Compostela «que en poucos anos encheuse de cultura, de todas as culturas, e o Principal empezou recibir o mellor teatro, o mellor cine, a mellor música, convertido nun dos centros de produción máis importantes de Galicia e de España que logo pasaría o seu testemuño ao Auditorio. Todo aquilo foi posible polo pulso e a paixón que tiña Chicho e polo afán de corporacións que foron quen de democratizar a vida local», señaló.
El último adiós a Chico Losa, que falleció el domingo a los 84 años de edad, fue ante todo una reunión de amigos. Junto al exalcalde Estévez estuvo también el que le sucedió en la alcaldía de Raxoi y que ahora volverá a presentarse como cabeza de lista del PSdeG-PSOE, Xosé Sánchez Bugallo, que como su predecesor compartió muchos años de trabajo conjunto con Losa. También acudieron al tanatorio compostelano el magistrado de la sección sexta de la Audiencia Provincial Jorge Cid o el catedrático de Derecho Constitucional de la USC Roberto Blanco Valdés, entre muchos otros.
Estévez también destacó como las amistades que se forjaron en aquellos años de transformación y grandeza que vivió Santiago «hoxe perduran» y «deixan unha imaxe intemporal do que debe ser unha cidade» conjugando la voluntad de cambio, de transformación y modernidad y conservando la esencia de la Compostela eterna. «Chicho ensinounos ese camiño», afirmó el exregidor compostelano y terminó su sentida despedida al que calificó por encima de todo como «un amigo» diciendo: «Somos afortunados todos por ter convivido con el».