Ecología sin límite de edad ni fronteras

EMMA ARAÚJO LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

cedida

Alumnos del colegio Castelao de Ordes culminaron en Val Miñor su colaboración para repoblar con carballos el monte Galiñeiro, devastado por el fuego en el 2017

26 ene 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

Cuando el fuego arrasa el bosque no hay fronteras que valgan, ni buenas ni las malas. Gracias a esta paradoja surgen propuestas como De Ordes a Vincios. Proxecto Landras, una iniciativa por la cual doscientos carballos procedentes de bellotas germinadas en el colegio Castelao de Ordes crecen desde hace una semana en el monte Galiñeiro (Val Miñor), devastado por un incendio que el 15 de octubre de 1917 calcinó medio millar de hectáreas.

El germen de esta colaboración tiene un único nombre, Susana, y dos apellidos, Castro y Couso. Susana Castro, vecina de Ordes e ingeniera forestal, trabaja para la Comunidad de Montes de Vincios, a la que pertenece el monte Galiñeiro. Y Susana Couso, docente, ejerció el curso pasado en el colegio Castelao de Ordes. Esta profesora, al conocer lo que había pasado en Val Miñor planteó en el Consello Escolar algún tipo de colaboración entre ambos mundos.

La idea cuajó al instante y el colegio implicó al más de medio centenar de alumnos de infantil y primaria. La primera encomienda fue para las familias, que con los escolares recogieron bellotas por los montes de Ordes. En las aulas se produjo el primer cribado para elegir los frutos con más posibilidades. El centro distribuyó un semillero para cada una de las 26 unidades del colegio. Cada envase tenía capacidad para que pudiesen salir adelante 28 carballos.

A partir de ese momento, el alumnado se encargó de cuidar su pequeño vivero y el profesorado redobló turno, llevándose los brotes germinados los fines de semana para cuidarlos. La cosa no quedó ahí, ya que el experimento necesitaba atención extra en verano, y fue en ese momento cuando entró en juego el conserje del centro, que mimó tan solidaria cosecha durante las vacaciones escolares.

Como la naturaleza tiene su propio ritmo, y el calendario educativo otro muy distinto, la profesora Susana Couso cambió el colegio de Ordes por el de Ponteceso y los brotes germinados siguieron creciendo en las aulas del colegio Castelao hasta alcanzar el tamaño apto para su replantación.

La fecha elegida para su traslado fue la del pasado día 18. El colegio financió el viaje para la comunidad educativa, entre la que se encontraba la antigua clase de Susana Couso, que ahora cursa quinto de infantil.

Allí los estaban esperando miembros de la comunidad de montes con los agujeros listos para plantar sobre medio millar de carballos y una suculenta merienda, rosquillas incluidas. Para consumar la tarea necesitaron sobre dos horas, una bajo la lluvia, lo que no impidió que el largo viaje y las tareas de campo del ejército de capuchas multicolores fuese una productiva fiesta.

Ahora ya le corresponde a los propietarios del monte cuidar los carballos ordenses, que ya forman parte del bautizado como Bosque dos Nenos, que luce un cartel que recuerda la participación de los niños del colegio Castelao, que a su vez recibieron un diploma nominal que los acredita como embajadores y currantes del medio ambiente.