Mercedes Sierra Fernández-Victorio: «La mediación no acaba de despegar porque no se ha invertido ni un euro»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

ANGEL MANSO

Mañana se celebra el Día Europeo de la Mediación, herramienta aún infrautilizada

20 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Claroscuros ante el Día europeo de la Mediación. Hay avances legislativos esperanzadores, pero sigue siendo una gran desconocida. Analizamos las causas con Mercedes Sierra (Barcelona, 1970), presidenta del Círculo de Mediadores de Galicia (CIMEGA).

-¿Por qué la mediación no acaba de despegar?

-Porque hasta ahora la administración no ha invertido ni un solo euro en su implantación.

-¿Cómo abrirla a la sociedad?

-Pues mire, Galicia ha recibido el encargo de organizar el Congreso nacional de mediación, que será en octubre en A Coruña; y lo haremos en colaboración con la Asociación de Ferrolterra de Mediación (AFEMEDIA), con la que mantenemos una relación muy estrecha.

-Todavía sigue haciendo falta explicarlo. ¿Qué es un mediador?

-Un profesional que trabaja para la cultura de la paz. El mediador crea, con distintas técnicas, un espacio de comunicación para que las personas hablen.

-¿Restaura el diálogo?

-Y, además, hace un reparo del daño emocional.

-Pero no es solo hablar.

-No. Se trata de ir haciendo un encaje de bolillos hasta que le das la vuelta al lenguaje. La clave es desentrañar los verdaderos intereses de cada parte.

-¿Qué más hay detrás?

-Esto requiere de una serie de técnicas, habilidades y estrategias que no son instintivas.

-¿Por eso los mediadores se pasan la vida haciendo cursos?

-Sí. [Risas] El buen mediador no se conforma nunca con la formación mínima.

-Pero cada curso costará su dinerito. ¿Les sale a cuenta?

-La mayoría simultaneamos la mediación con otros trabajos. ¡Hay que dignificar la profesión!

-Usted es abogada. ¿Qué casos deriva a mediación y cuáles no?

-Intento derivar a mediación todo lo que puedo, aunque gane menos. A la larga, mis clientes me lo agradecen.

-Entre los abogados reticentes se escucha eso de que ellos llevan mediando toda la vida.

-No es lo mismo.

-¿Por qué lo dicen, entonces?

-Porque piensan que esto les va a quitar su pan.

-¿Y no es así?

-No es cierto. Si se utilizase más la mediación, habría menos litigios, pero un abogado va a tener que seguir teniendo su protagonismo; por ejemplo, para darle forma jurídica al acuerdo alcanzado. De momento, desde los juzgados, se están derivando pocos casos a mediación.

-Dígame casos «mediables».

-Los más típicos son cuestiones cotidianas. Imagínese que tiene una vecina que, sistemáticamente, riega las plantas y le moja la ropa colgada. O esos edificios sin ascensor en los que no se alcanza la mayoría para ponerlo. Si cada vecino se sienta a explicar sus razones, se resolverá seguro.

-¿Es una cuestión de empatía?

-No solo. Es muy importante que la mediación no se confunda con el buenrollismo.

-La polémica del botellón. ¿Se puede resolver con mediación?

-¡Por supuesto!

-En un pleito siempre hay un perdedor. ¿Quién gana aquí?

-Con la mediación, todos ganan. -La película que todo mediador debería ver es...

-«7 años», de Rober Gual. Está en Netflix.

-¿Y cuál habría acabado mejor con un mediador?

-«Kramer contra kramer», pero es perfecta para explicar cómo llevaríamos ese conflicto.

-¿A quién le hace falta un cursillo acelerado de mediación?

-A los políticos, para que tengan vocación por implantarla. Muchos problemas de su día a día se resolverían si hubiese un servicio local de mediación. El problema es que hay que estar recordando siempre que la mediación existe.

-El gobierno central acaba de aprobar el anteproyecto de ley de fomento de la mediación. ¿Cómo cambia el panorama?

-Creo que este año la mediación va a dar un salto cualitativo. Para empezar, este anteproyecto de ley introduce la obligatoriedad. En concreto, es una obligatoriedad mitigada. Significa que, en determinados procesos, se tendrá que ir a una mediación previa.

-Pero un principio básico de la mediación es que es voluntaria.

-Sí, pero esto se trata de que, en una sesión informativa, te van a explicar qué es y si en tu conflicto se puede mediar. Además, será gratuito para los que no tienen capacidad económica.

-¿Será el impulso definitivo?

-Contribuirá a desatascar el colapso judicial y que las personas resuelvan sus conflictos de manera pacífica, rápida y eficaz. Una mediación puede resolver un conflicto en 3 meses y no en 3 años, como la justicia ordinaria.