Noriega acusa a la Xunta de deslealtad y de «traballar para prexudicar» a Santiago

Toda la oposición cargó esta mañana contra Martiño Noriega por la pérdida de los fondos comunitarios que habían de financiar en buena medida la construcción de la nueva depuradora. Tanto populares como socialistas y nacionalistas miran al ejecutivo municipal a la hora de repartir culpas, mientras Noriega tacha de «esperpento e deslealdade con Santiago» que la Xunta demande al Gobierno central la reasignación de esos fondos a otros proyectos gallegos cuando «aínda hai prazo ata finais do 2023 para xustificar fondos nunha EDAR que se construirá por fases». Y se pregunta «ata que punto a Xunta fai política partidaria e ten a indecencia de traballar contra os intereses da capital galega», apuntando directamente a la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, en una actitud que vincula con Agustín Hernández: «é a única conselleira do Goberno de Feijoo que actúa cun sesgo partidario tan claro para con Santiago, e queremos pensar que iso non ten nada que ver con que fora durante moitos anos subordinada de Hernández».

El regidor sostiene que si el Gobierno central «pode querer desviar» parte de los fondos europeos a otras actuacións, «é lexítimo», y si no es con fondos comunitarios, habrá de ser ese Gobierno, aduce, el que tendrá que buscar con qué partidas sustentar los más de 30 millones que incluyó en los presupuestos para la EDAR en una proyección presupuestaria hasta el 2022. Pero lo que «non é lícito» para Noriega es que «o Goberno de todos os galegos traballe para prexudicar a unha cidade».

Hernández: «Noriega ten obsesión coa conselleira»

El PP,como los demás grupos opositores apuntaban esta mañana a Noriega como único o principal responsable de la pérdida de fondos europeos. Por obviar la opción de O Souto cuando ya estaba completada la tramitación, según el portavoz popular. Y para el PSOE y el BNG, con claros afectos por Silvouta, por el hecho de que CA hubiese dejado pasar los tres primeros años del mandato sin plantear la alternativa con la que hace diez meses se distanció de O Souto, una localización que no era de su agrado, para apostar por Silvouta. El viraje llegaba con los plazos al límite para asegurar los fondos comunitarios asignados a Santiago con toda la tramitación que requería el cambio de rumbo.

Esa espada de Damocles presidió el debate sobre la nueva depuradora desde que Compostela Aberta comenzó a cuestionar las condiciones que el convenio con la Administración central y la gallega imponían a Santiago y que Noriega rechazó para presentar unos días después un estudio de la USC para avalar la apuesta por Silvouta. Y eso, y un informe de Acuaces que sitúa la puesta en marcha del equipamiento en el 2027 con la apuesta por Silvouta  _lejos del plazo máximo (2023) para asegurar los fondos europeos_ es lo único que hay, coincide la oposición, aun cuando sus posiciones sobre la ubicación idónea de la EDAR no lo hagan.

Según Agustín Hernández (PP), Noriega «condeou a Santiago a non ter depuradora en sete ou oito anos o día que decidiu abandonar O Souto. Cambiou unha depuradora por un lío», afirma el popular. Porque O Souto podía tener posiciones encontradas, dice, pero era una opción con «validez conforme á lei», y esa es una cuestión «que teñen que dicir os técnicos, non un alcalde». Y, de momento, lo único que hay, dice, «é unha solución tecnolóxica que pode ser, pero cunha tramitación longa» y sobre la que Compostela Aberta ni siquiera puede decir que será más económica «porque non se sabe».

A partir de ahí, «o que acontece cos fondos é consecuencia dunha decisión unilateral do Concello». «Nós xa advertimos que isto podía pasar». Para Hernández, lo que resulta «esperpéntico é que se tente culpar á conselleira de Infraestruturas dunha decisión que adopta un goberno do PSOE en Madrid apoiado por Podemos», concluye en relación a los 65.000 euros que el proyecto de presupuestos de Pedro Sánchez adjudica en el 2019 para la depuradora y la aceptación de tramitar ante Bruselas la reasignación de los fondos vinculados a ella para sanear la ría del Burgo. Lo que pasará ahora con la depuración en Santiago «teno que dicir Compostela Aberta». «Nós só lle pedimos que reclame a Madrid que manteña o seu compromiso con Santiago», añade el portavoz popular, quien ve a Noriega «obsesionado» con la conselleita Ethel Vázquez. 

PSOE y BNG culpan al regidor de «engano»

Socialistas y nacionalistas apuntan también responsabilidades hacia Compostela Aberta, aunque los primeros compartiéndolas con el PP, formación que en el 2011 decidió cambiar la ubicación inicial  de Silvouta con otra nueva planta en O Souto. «Por electoralismo, demagoxia e incapacidade perderon os fondos europeos que terminaban no 2014 e por falta de proxecto, ineptitude e cambiar a destempo a ubicación, con CA perderanse os que rematan no 2023», dice Paco Reyes.

Descartando de plano la ubicación de O Souto, sí mantiene que quien debe asumir la financiación del proyecto final es el Estado, al tratarse de una infraestructura declarada de interés general, y la Xunta, «porque os veciños de Santiago levamos anospagando o canon de saneamento e non sabemos onde vai e, dende logo, non é unha obra que teñan que pagar os santiagueses por intereses electorais duns e incompetencia doutros». Reyes libra de cualquier «responsabilidade» al Gobierno socialista de Madrid en la pérdida de fondos, cuando «se encuentra con un estudio de calidade ambiental que caduca (O Souto) e unha proposta de CA que chega tres anos tarde». Pero eso no obvia, añade, que deba asumir su financiación, gobierne quien gobierne. 

Las críticas de socialistas y nacionalistas no se quedan únicamente en dirigir el dedo acusador hacia Noriega, sino en reprocharle el «engano» acerca de que todo estaba encarrilado con Madrid hacia Silvouta. La pérdida de fondos significa «que nos tiveron enganados dicindo que a solución _la de Silvouta_ non tiña problema e que atoparan a solución coa tecnoloxía e que iso ía permitir que fose adiante, e agora nos atopamos con isto». Para el BNG no deja de ser «escandaloso» tanto ese «engano» como «a mala xestión» do alcalde «de non habilitar unha solución pactada para consignar os fondos europeos» para la nueva depuradora de A Silvouta.

«O maior erro de CA»

«Perder tres anos para cambiar o emprazamento e o proxecto da nova depuradora é o maior erro cometido por Compostela Aberta», sostiene Goretti Sanmartín, quien apunta a una única responsabilidad en la pérdida de los fondos europeos, por «moito que o alcalde intente repartir culpas entre os gobernos estatal e galego». Y esa recae en Compostela Aberta «pola demora de tres anos en cambiar o proxecto cando Acuaes estima a necesidade de oito anos para a súa construción». Sanmartín lamenta además que «cando Santiago foi vangarda en políticas ambientais», el gobierno de Compostela Aberta resulte «unha decepción en termos de ecoloxía con respecto ao que prometeron ao chegar».

El candidato socialista a la alcaldía, el exalcalde Xosé Sánchez Bugallo, calificó de «inaceptable» la pérdida «por segunda vez» de los fondos para la depuradora. 

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