Manolo Villar, de Bazar de Villar: «El comercio tradicional no puede aguantar sin vecinos»

Margarita Mosteiro Miguel
M. Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Es la cuarta generación de un negocio que nació en el año 1957, en la Rúa Nova

15 ene 2019 . Actualizado a las 12:21 h.

Manolo Villar es la cuarta generación de un negocio que nació en el 57 de la Rúa Nova, donde actualmente está Florentino, y que unos años después ocupó el local en Orfas en el que está ahora Abanca. «Tenían el negocio en el lado de Orfas, y hacia atrás estaba la casa y el almacén. Había un patio en el medio», explica Manuel Villar. En su origen, en el bazar se vendía un poco de todo, y no sería hasta muchos años después cuando la familia Villar se centrase casi en exclusiva en la juguetería. Corrían los años 60, y Santiago podía permitirse ciertos lujos.

En su caso, a diferencia de otros comercios centenarios, la quinta generación ya está integrada en el negocio y garantiza su continuidad. Manolo Villar cree que, precisamente, la falta de relevo está detrás del cierre de muchos negocios centenarios, pero también el fin de los alquileres históricos. Villar considera que los comercios tradicionales están llamados a desaparecer, porque «no pueden aguantar sin vecinos. El mercado está salvando al casco. Quizás sea mejor abrir la mano a los pisos turísticos, porque genera movimiento de vecinos».

Así era el antiguo Bazar de Villar, en la rúa das Orfas, donde actualmente está la oficina de Abanca