Varios de los afortunados con
el gordo en Teo agradecen el premio a la lotera

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

En la Raxería San Marcos y en el bar O Muíño de O Pino no se había presentado ayer ninguno de los poseedores de los billetes dotados con 400.000 euros

24 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La coincidencia de la resaca del gordo con domingo y las administraciones de loterías cerradas atenuó la alegría que el sábado se vivía en Santiago y su área ante el reparto de 40 millones de euros distribuidos en 35 décimos del 03347. Fueron muy pocos los tocados por la diosa Fortuna que decidieron romper su anonimato en esas primeras horas. Sí lo hicieron parte de los agraciados que habían adquirido boletos en el estanco de Pontevea (Teo). «Algunas personas ya vinieron a darme las gracias», reconocía ayer la titular del establecimiento, Ángeles Cacheiro, que se ciñó a decir que había vecinos de la zona entre los poseedores de alguno de los seis décimos dotados con 400.000 euros. En ese mismo municipio, la administración A Sorte de Cacheiras despachó dieciséis billetes.

En la raxería San Marcos (Santiago), donde se vendieron ocho boletos del gordo, ninguno de los agraciados pasó en las siguientes horas desvelando su identidad. «Creo que van pasar aínda uns días antes de que o fagan porque son poucos os afortunados», aseguró ayer el titular del local, Javier Suárez, recordando que fue en los últimos días cuando sacó el número 03347 de la máquina.

También en el Bar O Muíño, de Pedrouzo-Arca (O Pino) continuaban sin conocer quién tenía en su poder los dos boletos del gordo que salieron de su terminal. «No sé si lo sabe o no lo quiere decir», dijo Maica Mera, que está segura que los dos décimos se los llevó la misma persona. Eso sí, lo que notaron en las siguientes horas fue un incremento de las peticiones por parte tanto de vecinos como de peregrinos ?es un lugar de paso del Camino Francés? de décimos para el sorteo de Reyes. Además, detectaron un menor reparo de los compradores a la hora de llevarse boletos de la terminal en lugar de los tradicionales.