Los bares de los barrios dejan de estar abonados al fútbol por los altos costes

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

xoan a. soler

Tienen que pagar 395 euros al mes por ofrecer Champions y Liga, y a la gran mayoría ya no les compensa el gasto

23 dic 2018 . Actualizado a las 21:51 h.

Hubo un tiempo en el que se bajaba pronto al bar para coger el mejor sitio y poder ver el partido. Pero eso ha ido perdiéndose, sobre todo en los barrios. Muchos establecimientos de la ciudad han empezado a dar de baja el servicio porque ya no pueden soportar los costes. Antes eran 295 euros mensuales, pero ahora ha subido a 395. Y el consumo de la clientela no da para sostener un gasto así. El resultado es que aquellos vecinos que no tienen contratado en casa ese paquete, sobre todos los más mayores, tienen cada vez más difícil ver el partido. En Santa Marta, por ejemplo, el único bar que retransmite Liga y Champions es el Samarkanda, pero cierra los domingos. Para ver un partido de Liga, por ejemplo, hay que desplazarse hasta las inmediaciones del Hospital Clínico. El dueño del restaurante Xantar, en Santa Marta, dio de baja el servicio esta misma temporada.

«Hai un problema tamén cos horarios: a xente non consume igual ás catro ou seis da tarde, que ás nove da noite; os novos horarios fixeron dano; tamén está que a moita xente lle compensa máis telo en casa, que gastar no bar. Pero non podes ter un partido posto ás cinco da tarde para vender tres cafés», lamenta Fernando Crego, el dueño del restaurante Xantar. Lejos de allí, en la zona de Outeiro de Sar, está otro establecimiento que acaba de de dar de baja el fútbol para esta temporada. Un bar que abrió hace casi dos décadas y que durante años era punto de encuentro para ver los partidos: el Século XXI.

Su propietario recuerda que el problema no es solo el elevado coste para el establecimiento sino que antes se consumía mucho más. Un solo día de partido, con el establecimiento lleno a las nueve de la noche, el bar podía facturar más de 600 euros, una cantidad ahora impensable. «Ao custe hai que engadir o problema dos horarios. ¿Quen baixa a ver un Barcelona contra o Madrid un domingo ou un sábado ás catro da tarde? A esa hora sirves un café ou dúas aguas, pero á noite son cervexas, viños, bocadillos», explica Xesús Bastón. El asunto del fútbol también trae de cabeza a los establecimientos más céntricos, con mayor clientela y con muchas más mesas para hacer negocio. Es el caso, por ejemplo, del Zum Zum, otro local emblemático de la ciudad.

«Si uno el coste del fútbol a lo que tengo que pagar por Internet y el teléfono, a mí se sale todo por encima de los 500 euros. Es decir, es como si fuera una hipoteca pequeña, y ahora multiplica eso por los meses del año. A la gente le interesa cada vez menos el fútbol, y muchos lo tienen en casa; si me preguntas si me compensa, te diré que no, que lo tenemos ahí y seguimos con él, pero habrá que pensárselo», explica el fundador y propietario del Zum, Juan Ramón García Tomé.

Los negocios con más capacidad de atraer clientes en cualquier horario sufren con las tarifas, pero mucho más aquellos establecimientos de barrio, con menos barra y con menos mesas, y a los que los costes del fútbol se les hacen insoportables.

«¿Quen paga 6.000 euros ao ano?»

El propietario de este establecimiento de la calle García Prieto, en el barrio de Conxo, explica que la mayoría de los bares de la zona han dado de baja el fútbol. «Subiron dun mes para outro; chamaron e anunciaron que a cuota pasaba de 295 a 395 euros; en negocios máis pequenos, como este, onde non hai tanta clientela, é unha factura inasumbible. ¿Quen paga 6.000 euros ao ano? Agora tes un Barcelona Madrid, que debía despertar interés, casi non hai xente», asegura Alejandro Amoza.

«Voy a darlo de baja en breve»

En el bar News, en Conxo, su propietaria solo ofrece los partidos de Liga. Se acoge a una oferta de 305 euros, pero no puede poner la Champions. Asegura que es una factura que no se puede aguantar y que, dentro de poco, dará de baja el servicio. «En un bar pequeño no levantas ese gasto; han bajado los clientes, también todo lo que consumen, y no compensa pagar eso; yo voy a darlo de baja en breve , en cuanto termine la promoción», anuncia Patricia Sueiro.