Compostela Aberta también multa al ganadero al que AGE defendió del PP

x. m. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

El Concello contradice la postura que adoptó en el pasado Alternativa Galega de Esquerda en el Parlamento de Galicia

22 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en el 2014 se supo que el gobierno local de Santiago, en aquel momento del Partido Popular, había multado a un ganadero de A Sionlla, Jorge Piñeiro, porque sus vacas defecaban en la pista que unía su granja con los prados en los que pacen los animales, todos los partidos de izquierda y nacionalistas hicieron un frente común de apoyo al sancionado. La entonces diputada del BNG Tereixa Paz dijo en la Cámara que aquello podía sentar un «grave precedente» contra un sector, el del agro, estratégico para Galicia. Tachó la medida de «abusiva y falta de motivación» e incluso «contraria a varios principios de legalidad», ya que la ordenanza municipal diferencia entre excrementos de animales domésticos y los del ganado. El PSdeG-PSOE y la Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) respaldaron aquella postura, que el PP rechazó con su mayoría absoluta.

Finalmente, los populares rectificaron y retiraron la multa que le impusieron al ganadero, del que todo el mundo se olvidó pese a que sus sinsabores con el PP iban a quedar en nada comparado con cuando Compostela Aberta, de izquierdas y nacionalista, llegó al poder en Santiago.

AGE era una coalición formada, entre otros, por Anova y Esquerda Unida (EU). El alcalde santiagués, Martiño Noriega, milita en la primera formación y su primera teniente de alcalde, María Rozas, en EU. Es decir, que de aquella Alternativa Galega de Esquerdas manaron después otros proyectos actuales como En Marea o Compostela Aberta.

Lo que no fluyó fue el mismo criterio con respecto al ganadero supuestamente maltratado por el PP. Al contrario, los de Noriega le han asfixiado a multas en estos tres años y ya no hablan de sector estratégico para Galicia ni de que los populares no entienden el medio rural y por eso no conciben que las vacas defecan y pacen.

Frente a este súbito cambio de postura para alinearse ahora con los vecinos de A Sionlla que hicieron sus casas frente a una explotación ganadera y ahora les molesta está el BNG, que sí mantiene su criterio y no descarta volver a llevar el caso al Parlamento. Esta vez contra Noriega.