Alexandre Cadarso: «O sistema actual leva os alumnos a unha vida inactiva e sedentaria»

Alexandre Cadarso estudió Enfermería y, tras realizar un máster en actividades físicas, ahora ejerce como técnico en esa especialidad en la USC. No es extraño, pues, que a la hora de hacer el doctorado conjugase sus tres inquietudes: la actividad física, la salud y la universidad. Presentada el mes pasado bajo el título Estudo sobre asociación entre a calidade de vida relacionada coa saúde, a actividade física e outros hábitos na comunidade do sistema universitario de Galicia, obtuvo una calificación de sobresaliente cum laude.

El trabajo doctoral lo hizo a partir de una serie de encuestas entre alumnos, profesores (PDI) y personal de administración y servicios (PAS) de las tres universidades gallegas, y aporta una serie de datos muy interesantes que abren el camino para otros estudios posteriores. Por ejemplo: el nivel de actividad física en las universidades gallegas está por encima de la media española, pero con diferencias significativas, porque las mujeres hacen menos ejercicio que los hombres. «Nas rapazas dáse un 20 % de inactividade, non sei se porque estudan máis ou porque son máis tranquilas, pero é un dato a ter en conta á hora de programar actividades, para axustalas aos seus gustos e facer programas en feminino». En cambio, los chicos comen peor; o mejor dicho, no tienen en cuenta la dieta mediterránea y, por lo tanto, «estanse a afastar dunha dieta saudable».

Otras conclusiones de la tesis rompen con algunos estereotipos. Por ejemplo, en lo que a consumo de alcohol se refiere. Sin entrar en parámetros de riesgo que puedan hacer pensar en el alcoholismo, sino solo al consumo habitual, resulta que es de un 36 % entre los estudiantes varones y de un 32 % en las mujeres, por debajo de la media nacional; entre los PDI es de un 40 %, pero «atopamos cifras moi altas nos PAS (homes: 53,8 % e mulleres: 40,4 %) que sobrepasa a media española». No se atreve Alexandre Cadarso a extraer conclusiones determinantes de ese dato, pero reconoce que «os profesores, en xeral, cóidanse máis, pero nos PAS están xeneralizados outros hábitos menos saudables como o de ir tomar unha cunca». Cadarso Suárez califica como «preocupante» el consumo de tabaco: «Os estudantes están por riba da media española con cifras moi altas (homes; 30,7 % e mulleres 22,7 %)».

Los resultados llevan al doctor a extraer una serie de conclusiones que pueden servir de guía a las universidades para corregir los hábitos menos saludables a través de campañas de sensibilización y acciones para animar a la comunidad a llevar una vida más sana. Por ejemplo, «correxir o hábito de fumar entre os estudantes, xa que é o primeiro factor de morte a nivel mundial nos países desenvolvidos e supón un gasto moi grande para a seguridade social».

Y en cuanto a las preferencias de los estudiantes por la comida rápida, al exceso de dulces o la costumbre de ir a clase sin desayunar, Cadarso no puede evitar echarles un cabo y mostrarse crítico con el actual sistema educativo, porque cree que el plan Bolonia, con la asistencia a clase obligatoria y las prácticas presenciales, hipoteca la agenda de los estudiantes, que no tienen tiempo de comer en condiciones ni de hacer ejercicio. «O sistema actual leva os alumnos a unha vida inactiva e sedentaria». Y añade una reflexión: «Os profesores non se decatan de que todos lles piden máis e que os rapaces están moi estresados». No cree que cualquier tiempo pasado sea mejor, pero todavía recuerda cuando la gimnasia era una asignatura en la universidad. «Aínda que tamén o era a relixión», puntualiza, no sin cierta retranca.

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