Por cada mujer fallecida en accidente de tráfico hay dos muertes de varones

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Entre el 2014 y el 2017 perdieron la vida cien personas en la zona de Santiago

10 dic 2018 . Actualizado a las 02:09 h.

Los paneles informativos de la ciudad alertan estos días de que en diciembre del 2017 fallecieron 93 personas en España en accidentes de tráfico. Pretenden así sensibilizar a quienes conducen para que sean prudentes, y prevenir muertes en la carretera, pues este año se nota un incremento. De esa fatídica cifra, dos óbitos (algo más del 2 %, una cantidad relativamente muy elevada al compararla con todo el Estado) sucedieron en carreteras de la zona de influencia del Instituto de Medicina Legal (Imelga) de Santiago (los municipios de los partidos judiciales de Santiago, Ribeira, Padrón, Ordes, Noia, Negreira, Muros, Lalín, Arzúa y A Estrada).

Profesionales forenses investigaron para instruir procesos judiciales a causa de esos sucesos. Contabilizaron 19 óbitos en el 2014, 22 en el 2015, 32 en el 2016 y 27 el año pasado; 100 en total en el cuatrienio. El Imelga detalla el sexo de las personas fallecidas en los tres últimos años, que suman 81 muertes, y revela que fueron 55 varones (15 en el 2017, 17 en el 2016 y 23 en el 2015) y 26 mujeres (7, 10 y 9, respectivamente). Es decir, más de dos hombres por cada mujer fallecida.

Uno de los datos positivos del documento es que en ese cuatrienio no figura ninguna muerte en accidente de menores con edades entre 0 y 14 años; y solo 2 (ambas en el 2016) entre 15 y 19 años. Los tramos de edad más trágicos, analizados en períodos de 5 años, son entre los 45 y 49 años (12 muertes) y entre 80 y 84 (11). Uno de cada 5 fallecidos tenía entre 35 y 49 años. Contabiliza además 5 con 85 y más años; y en solo 3 casos no consta la edad.

Controles

Respecto a los meses más letales, destacan febrero y marzo, con 13 muertes en cada uno. Les siguen octubre con 12, y noviembre con 11. En enero y mayo fue cuando menos personas fallecieron en estos accidentes, 3 en cada.

En la práctica totalidad de estos siniestros instruyeron diligencias agentes policiales o de la Guardia Civil. Estos cuerpos de seguridad también realizan controles, para verificar el buen cumplimiento de las normas de circulación.

Según datos de Tráfico, en una semana del pasado mes de noviembre se realizaron 380.117 controles, y en casi un 5 % se denunciaron infracciones diversas. Destacan el exceso de velocidad (más del 40 % de las denuncias y un 2 % del total de los controles); y no llevar el cinturón de seguridad (más del 6 % de las denuncias; y un 0,4 % más por circular con menores que no llevaban adecuadas medidas de protección para garantizar su seguridad). Muy cerca a esta última infracción están las distracciones al volante (el 5,5 % de las denuncias; y un 4 % por usar teléfono móvil, casi igual que por exceso de alcohol o drogas). El 1,5 % fueron por adelantamientos indebidos, y una cantidad semejante de denuncias por no respetar señales de stop o no ceder el paso.

Más de 6.000 heridos en tres años en las vías de la provincia

Entre las vías urbanas e interurbanas de la provincia, la Dirección General de Tráfico contabilizó más de 6.000 personas heridas entre los años 2014 y 2016, los tres últimos de que facilita datos. La mayoría ocurrieron en accidentes en las interurbanas.

De esa cifra, 764 (571 en accidentes en vías interurbanas y 193 en urbanas) fueron personas heridas que precisaron asistencia hospitalaria: 304 en el 2016, 234 en el 2015 y 226 en el 2014.

La mayoría, 5.583 (3.753 en vías interurbanas y 1.830 en urbanas), fueron personas que resultaron heridas, pero que no precisaron ser hospitalizadas: 2.432 en en 2016, 1.771 en el 2015 y 1.380 en el 2014.

Seguimiento

Tráfico reduce la cifra de personas fallecidas totales en la provincia en ese trienio, hasta 160 (136 en vías interurbanas y 24 en urbanas; y de ellas, 58 en el 2016, 47 en el 2015 y 55 en el 2014). Sin embargo, el Imelga, en ese mismo trienio eleva los óbitos en 26 más, hasta 186: 94 en la zona de A Coruña (27 en el 2016, 7 en el 2015 y 32 en el 2014), 19 en la de Ferrol (7 en el 2016 y en el 2015, y 5 en el 2915), además de 73 en la de Compostela.

Esto se debe a que el Instituto de Medicina Legal realiza un seguimiento más amplio en el tiempo de las víctimas, debido a las exigencias de la investigación judicial; mientras, Tráfico ofrece datos en su informe de hasta treinta días después de que se produjo el siniestro.

El uso del móvil es un factor tan peligroso como el alcohol y las drogas

 

x. melchor

Al «si bebes, no conduzcas» que hizo célebre aquella campaña de seguridad vial en los años 80 con el cantante Stevie Wonder habría que añadir el «si conduces, guarda el móvil» en el siglo XXI. Y es que manejar un teléfono al volante es un factor tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol o las drogas. Por algo, en la última e impactante campaña de prevención de la Policía Local de Santiago el vídeo que se proyectó en todos los institutos de la ciudad mostraba una escena en la que ambas situaciones se daban a la vez: copas, un wasap y la consecuencia más dramática de esa conjunción, la muerte.

Para los expertos en seguridad vial, el móvil es casi más peligroso que el alcohol y las drogas. Desde luego, es un factor de riesgo que les preocupa más porque no afecta solo a ese porcentaje de conductores irresponsables que mezclan copas y coche, sino que es más común porque hay una menor percepción de riesgo y porque, además, también afecta a los peatones.

Tras los escalofriantes datos de atropellos que sufrió Santiago en años pasados -una situación hoy enderezada- había una preocupante realidad: muchos de esos peatones arrollados iban usando el móvil cuando se produjo el accidente y los conductores implicados en el incidente, también.

Por algo la Dirección General de Tráfico (DGT) está incidiendo en los últimos meses en los riesgos del uso del móvil en la carretera. Y para hacerle frente ya se han empezado a instalar cámaras fijas en algunas vías y se trabaja en medidas que ya están en marcha en otros países, como camiones policiales camuflados que, al estar en una posición superior al turismo, pueden vigilar al conductor.

Tras las multas de la Policía Local compostelana hay situaciones tan variopintas como peligrosas. Las más son conductores que iban hablando por teléfono o enviando mensajes escritos, pero ha habido casos más extremos como un sancionado en Virxe da Cerca que iba viendo una película mientras conducía.

Al creciente desmadre del uso del móvil, en el último año el cuerpo de seguridad municipal ha visto un gran crecimiento del número de sancionados por conducir borrachos o drogados. «Case que non hai unha noite na que non haxa un caso polo menos», explica un agente. Una opinión que refrendan además los partes policiales diarios, en los que estos casos son una constante.