Fallece el canónigo que durante 20 años dirigió la conservación de la Catedral

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Alejandro Barral tenía 88 años y su funeral se celebrará esta tarde, a las cinco, en la basílica

21 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cargo de canónigo de arte es uno de los de mayor proyección pública en el Cabildo de la Catedral, porque de él depende todo lo que se refiere a la conservación del patrimonio de la basílica, así como la responsabilidad sobre el Museo. Durante dos décadas, hasta su dimisión por jubilación en el 2006, cuando cumplió 75 años, esa fue la competencia que en el gobierno de la Catedral compostelana desempeñó, con criterio experto y talante dialogante, Alejandro Barral Iglesias, que falleció ayer en Santiago con 88 años. El funeral de exequias se celebrará esta tarde, a las cinco, en la basílica, y sus restos recibirán sepultura en el claustro.

Como canónigo de arte, Alejandro Barral fue el responsable de multitud de intervenciones de conservación de la Catedral, entre las que destacan la recuperación del coro lígneo del Maestro Mateo, la rehabilitación del coro de madera y la reparación de las cubiertas. Pero, según él mismo manifestó a La Voz en enero del 2006, cuando dejó la dirección del Museo Catedralicio y la secretaría del Consello de Fábrica, de lo que más orgulloso se sentía era de «haber tenido la confianza de mis compañeros durante veinte años» y confesaba que había desarrollado todo su trabajo con el ánimo de «servir a la Iglesia y a la Humanidad». También se sentía satisfecho de haber podido organizar el Museo con criterios científicos, y fue firme defensor de la redacción del Plan Director de la Catedral.

En su larga carrera sacerdotal, antes de asumir responsabilidades en la Catedral fue párroco en Betanzos y, en Santiago, en Santa María de Conxo. Por sus amplios conocimientos artísticos, fue profesor honorario de la Universidad Francisco de Vitoria y miembro de la Real Academia Gallega de Bellas Artes. Escribió dos libros sobre la Catedral de Santiago, otro sobre la Colexiata de Sar y una guía de la archidiócesis de Compostela. Con motivo de su jubilación, hace trece años afirmaba considerarse joven y que pensaba seguir escribiendo. «Ya me jubilará la vida», dijo.