Pero no quiso seguir en política a pesar de las ofertas que tuvo en los ochenta y se entregó a la actividad privada. El que fue primer decano de Galicia de su colegio profesional dice sentirse «muy orgulloso» de sendas medallas, de Galicia y España, que le otorgaron sus colegas en el pasado decenio. Benito Fernández se muestra hoy crítico con el poder: «Ningún Gobierno ha prestado atención al medio rural. La situación y despoblamiento actuales son consecuencia de la ausencia de políticas. Tampoco ha funcionado la concentración parcelaria, que se quedó básicamente en la apertura de caminos. No sé lo que habría qué hacer, pero la Xunta debería fijar el medio rural como objetivo prioritario». En referencia a su ciudad, indica que Santiago debe seguir ejecutando el Plan Xeral de Ordenación Urbana, «que está bien» -agrega-, pero advierte de que se debe desbloquear «urgentemente» el Plan Especial del Casco Histórico: «Su revisión debe hacerlo más flexible».
Fundador y administrador de Urbeplan, una consultora de urbanismo, estudios y proyectos, Fernández González es, además, socio de Engasa, empresa de energías renovables de la que también fue director general hasta su reciente jubilación. Presume de que en el año 90 tenían doce millones de pesetas (72.000 euros) de capital social, y hoy, 4,7 millones de euros. Y añade que el mérito es de sus socios, veintiuno, pequeños distribuidores de electricidad que «supieron aguantar la presión de Fenosa, que lo iba comprando todo en Galicia». «Hoy somos una empresa solvente y rentable, con buena imagen, plenamente consolidada y de la que estamos francamente orgullosos», concluye.